El aumento en el impuesto al consumo es una de las razones.
Las ventas de automóviles de Japón se desplomaron el mes pasado, a un mínimo de tres años, una señal de que el gasto del consumidor también se está desplomando en la tercera mayor economía del mundo.
Según los analistas, todo esto está ligado a un aumento del impuesto a las ventas. Las ventas habían aumentaron durante siete meses consecutivos antes de la subida de impuestos el 1 de abril. La última vez que se planteó el impuesto al consumo, en 1997, las ventas de automóviles cayeron por 21 meses consecutivos.
El gobierno aumentó el impuesto al consumo al 8 por ciento (antes estaba en 5%) para contrarrestar la carga de la deuda nacional más grande del mundo.
Las ventas de vehículos cayeron en un 9,1 por ciento respecto al año anterior a solo 333.471 unidades, el más bajo desde agosto de 2011, según cifras de la industria nipona.
La caída se produce en medio de datos económicos que muestran debilidad en la economía de Japón. El gasto de los hogares en julio cayó un 5,9 por ciento respecto al año anterior, más del doble del 2,9 por ciento de la disminución esperada.
Se espera que la demanda interna siga lenta, pero a pesar de todo, las ganancias de los fabricantes de automóviles japoneses subieron, caso el de Toyota, que obtuvo un beneficio récord el pasado año fiscal como un yen más débil impulsó el valor de las ganancias en el extranjero.
Kia esta de enhorabuena gracias a la visita del Papa Corea, al aumentar las ventas del Soul.
Se podría rebasar la cifra de 1.6 millones de unidades vendidas en 2014.