Uno de los autos deportivos más emblemáticos de la historia , el todopoderoso Viper, renace tras tres años de ausencia. Y lo hace con nueva piel, nuevo logo y nuevo motor, sin perder un ápice de fuerza y agilidad.
Las claves del nuevo SRT Viper
1. Cambio de piel
Apenas 3 años ha llevado al grupo Chrysler, ahora bajo la nueva sociedad con Fiat, recuperar a uno de sus automóviles más deseados. Como buen ofidio, el renacer del Viper viene acompañado de un completo cambio de piel: nueva imagen, más potencia, diferente logotipo y, sobre todo, una transformación en su nombre. El Viper cambia el emblema Dodge por el de SRT (Street and Racing Techology, la división de autos modificados del grupo Chrysler), todo un sinónimo de deportividad extrema. Hay dos versiones, la convencional y la GTS, más exclusiva. Además existe una preaparación especial más orientada hacia los circuitos, denominada TA.
2. Motor V-10 monstruoso
El SRT Viper mantiene la misma configuración mecánica que su antecesor, caja de cambios manual de seis velocidades y un V10 monstruoso con 8.4 litros de capacidad, aunque ahora capaz de rendir 640 HP y 600 lb-pie, por los 600 HP y 560 lb-pie del motor de hace tres años. Pese al incremento de potencia y torque, su naturaleza ha sido suavizada en aras del confort y con el objetivo de llegar a un abanico más amplio de clientes. Con una pléyade de ayudas electrónicas, el nuevo Viper agrada tanto a los amantes de los circuitos como a quienes prefieren viajes más sosegados.
3. Imagen agresiva e interior refinado
Junto al nuevo logotipo, una agresiva serpiente con las fauces abiertas dispuesta para atacar, destaca su alargada figura, de cofre protuberante y cabina retrasada.
El interior también cuenta con un buen número de detalles que acentúan su exclusividad. Se nota la mano italiana en el diseño, con la tapicería de cuero cosido, un sofisticado tablero de instrumentos y las inserciones de gamuza en los asientos de cuero, notas todas ellas distintivas de nuestra unidad de pruebas, Viper GTS.
4. Precio
El precio de un SRT Viper es de 102,485 USD. Sin embargo, una versión GTS tan exclusiva como la de nuestra unidad de pruebas significa un desembolso superior a los 125,000. Por ese precio, el comprador consigue además de los detalles estéticos internos mencionados un diseño único de cofre y rines, amortiguadores Bilstein con dos modos de selección, pinzas de freno ultraligeras y sistemas de control de tracción y estabilidad con diversos modos de operación.
El Viper GTS que probamos también montaba un exquisito paquete de fibra de carbono interior y exterior, que hacían su estampa todavía más llamativa.
Al volante del SRT Viper GTS
Qué decir de una experiencia de manejo a los mandos de uno de los deportivos más míticos, revestido ahora del diseño y el saber hacer de Fiat. El nuevo Viper GTS es espectacular lo mires por donde lo mires. No solo son sus 640 HP de fuerza, es todo el esmero y dedicación que han puesto en este modelo, casi artesanal. De hecho, menos de 3000 Vipers se han construido en los últimos 20 años, hecho que viene a constar que se trata de un auto casi único.
En nuestra prueba de manejo, nos hemos encontrado un auto muy moderno y quizás algo civilizado, no tan radical e incomodo como generaciones anteriores, pero igualmente llamativo, deportivo y poderoso. Es la nueva dualidad del Viper: mantenerse como el súmmum de la deportividad y abrirse a compradores no tan radicales.
Así, en el interior nos sorprendió una cabina de difícil acceso, sí, pero delicadamente trabajada. Todo está revestido de cuero, y cuando decimos todo, nos referimos a tablero de instrumentos, asientos, consola central, paneles de las puertas, pilares A y B. Nos comentan los ingenieros del vehículo que para la fabricación de este modelo compartieron procesos productivos (no partes) con la marca Ferrari, ahora englobada bajo el mismo grupo. ¡Cómo se nota!
La gestión de los mandos se ha modernizado, está plagada de “electrónica”. El cuadro de relojes es configurable, podemos escoger varios displays en función del uso que le estemos danto al auto (circuito, viaje en carretera, commuter etc.). La palanca del cambio cuenta con dos botones que activan dos modos de conducción, calle o carrera (Street o Race), ajustando el reglaje de la suspensión y de los amortiguadores.
El sonido a bajas revoluciones no molesta tanto. Por primera vez en la historia del modelo, la cabina cuenta con una tecnología de reducción de las vibraciones (NVH) y materiales que absorben el ruido, aunque no mucho. A altas revoluciones, la actividad del V10 es tremenda, toda una explosión sonora que hará las delicias de los conductores más radicales.
A pesar de que la tecnología de reducción del ruido incrementa el peso del modelo, este es 130 libras más liviano que el modelo anterior, gracias a la proliferación de paneles de fibra de carbón.
Con su V-10 de 8.4 litros, el Viper GTS hace el 0 a 60 mph en menos de 4 segundos. 3.7 segundos para ser exactos. Una auténtica barbaridad.
A pesar de que se ha civilizado, manejar un Viper todavía es un ejercicio no exento de complicación. No todos los conductores se terminarán habituando a un modelo de sus características. Así, en la ciudad, las suspensiones terminan por hacerse demasiado duras y hasta el más mínimo bache se transmite al interior. Ni siquiera el modo Street resulta cómodo.
A tan sólo un par de días de haber reiniciado las acciones en la fábrica.