Desde los autos más caros y hasta los más baratos, todos tienen un mal rato.
Aunque no en todos los casos se hablan de interiores originales, sí lo son cuatro de ellos. El único que no es “de fábrica” es el del Porsche Panamera que ha sido preparado por la gente de Mansory. Más le vale al dueño del Porsche tener nacionalidad sueca, si no es así, es imposible de entender.
En el caso del Tata Nano y el Citroen 2CV se entiende a medias ya que siempre se ubicaron como autos “económicos.
Pasando al Corssfire 2004, es la prueba evidente de querer “imitar” a un Mercedes-Benz, pero con gusto escaso.
Y para finalizar, el Austin Allegro, un inglés que derrocha mal gusto y formas incomprensibles para la ergonomía humana. ¡El volante!
Plástico, plástico, mucho plástico.
Siempre se han distinguido pos su austeridad.
Feo, viejo y sin personalidad.
¿En qué momento decides hacerle esto a un Panamera?
La "flema" y elegancia inglesa en toda su expresión.
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