El Volkswagen Golf 1.4T reduce su oferta en el modelo 2020 a una única versión, la TSI, que mantiene vivas las claves del hatchback europeo por excelencia. Sin un relevo confirmado, se mantiene vigente, por ahora.
El mercado se inunda de SUVs/Crossovers y pick-ups, mientras que minivanes, sedanes, hatchbacks y Station Wagons luchan por mantenerse. De hecho, en Estados Unidos son apenas siete hatchbacks compactos los que sobreviven… por ahora, la mayoría de marcas asiáticas. En Europa la historia es un poco diferente, si bien es un mercado que se ha reducido en ventas y competidores (¿Recuerdan al Nissan Pulsar?), la gran mayoría de la marcas tienen representantes en los segmentos de los compactos y los subcompactos, además de los urbanitas. De hecho, el Top 10 de ventas de aquel continente todavía es dominado por hatchbacks, con siete representantes, incluyendo los cuatro primeros lugares.
El modelo más vendido en Europa, desde hace ya varios años, es el Volkswagen Golf. Aunque actualmente el producto con mejores ventas a nivel global de la marca es la Tiguan, en buena parte gracias a China, no se puede negar el peso que aún representa el Golf, el tercer automóvil más vendido de la historia, sólo por detrás de la Ford Serie F y el Toyota Corolla. En Europa era posible conseguir un Golf con rines de acero y un modesto motor 1.2T de 84 hp, pasando por 16 opciones mecánicas antes de llegar a los GTI y R. Y decimos “era”, porque como sabrán, desde finales del año pasado se ofertó la octava generación, aún no disponible en América del Norte.
Para nosotros, el Volkswagen Golf se venía fabricando en Puebla, México, pero la marca decidió ocupar esa capacidad productiva –y la del Beetle– con la inminente Taos, conocida como Tarek en otras latitudes. Mientras llega ese momento, el Golf mantiene una base de entusiastas, gracias en buena parte al GTI, aunque hasta ahora todo parece indicar que la variante regular dejará de ofertarse cuando el GTI y el R sean relevados. Durante los tres primeros trimestres del año, sus ventas apenas lograron superar a las del Passat (17,290 vs. 16,190 unidades), que como sabrán, será un sedán mediano más que dejará el mercado norteamericano.
Mientras ese momento llega, el Volkswagen Golf sigue siendo una opción atractiva. Aunque la mayoría prefieren un sedán o un SUV por el espacio de carga (algo que no siempre se cumple en el segundo caso), un hatchback tiene la versatilidad de esta última, mientras es mucho más fácil de acomodar en estacionamientos estrechos y es mucho más frugal a la hora de engullir combustible. Su menor peso también hace que sea la carrocería escogida para acomodar variantes deportivas, al estilo de los mencionados GTI y R. De nuevo, en Europa varios compactos tienen un derivado hatchback deportivo, mientras que los sedanes son más bien escasos. De hecho, les sobrarán dedos de las manos para contarlos.
Volkswagen siempre se ha apegado al funcionalismo alemán, lo que hace que cada nueva generación del Golf no sea especialmente estridente ni represente una ruptura total con su antecesor. Sin embargo, de vez en cuando la marca da pequeños saltos que evidencian que los tiempos modernos los van alcanzando, como ocurrió entre la cuarta y la quinta generación, de frente y perfil más bulbosos la última. No, el Volkswagen Golf 2020 no luce anacrónico, todo lo contrario, aunque ciertamente los faros –de halógeno- ya acusan cierta edad, especialmente si se le compara con la octava generación. En ningún caso el diseño es arriesgado, como podría ocurrir con un Honda Civic Type R, pero Volkswagen se ha tomado ciertas libertades creativas en tiempos recientes, como evidencian el Arteon o la Atlas Cross Sport; y el Golf no ha permanecido ajeno.
En el interior la historia es un poco diferente, pues la consola central ya denota cierta edad contra modelos más recientes, especialmente gracias a la pequeña pantalla central de 6.5”, que tampoco tiene la mejor resolución. Sin embargo, ha sido adecuadamente actualizado y el interior se las arregla para ser cómodo y sentirse espacioso, incluso en la banca trasera, pese a no ser la más grande de su categoría. Como muestra del ocaso del modelo, la oferta se ha reducido a una única versión TSI (Turbo Stratified Injection), que aunque eleva un poco el precio básico (antes S y SE), viene cargada de equipo, con rines de 16 pulgadas, asientos delanteros calefactados, piel sintética V-Tex, techo panorámico o arranque y acceso sin llave. Hay conectividad Wi-Fi, Apple CarPlay, Android Auto y VW Car-Net, este último vía suscripción.
En asistencias cuenta con frenado autónomo de emergencia, monitoreo de punto ciego y alerta de tráfico cruzado; y nada más. Esperen más características de manejo semiautónomo hasta la nueva generación. El motor 1.4 TSI está varios niveles por detrás del 2.0T del GTI, con 147 hp vs. 228 caballos, pero es divertido de manejar, gracias en buena parte a las 184 lb-pie. El motor sube de vueltas con alegría, a menos que le exijan demasiado en rebases, dado que el escalonamiento podría ser un poco mejor, mientras que la dirección es bastante comunicativa. Una comparsa perfecta para la suspensión que no es tímida al agarrarse del pavimento en caminos revirados de montaña, con ayuda de un diferencial mecánico de deslizamiento limitado. Los frenos de cuatro discos tienen un agarre adecuado.
El precio base es de $24,115 dólares por el Volkswagen Golf 1.4T TSI 2020, que incluyen un cargo de destino de $920. De serie cuenta con una caja manual de buena sensación, pero si pertenecen al cada vez mayor universo de personas ajenas al tercer pedal, hay una automática de ocho velocidades en opción, con un extra de $800 dólares. El cambiador manual otorga un consumo homologado de 28 millas por galón en ciudad (11.9 km/l) y 36 mpg (15.3 km/l) en carretera. La caja automática ofrece cifras ligeramente mejores, con 29 y 35 mpg (12.3 y 14.9 km/l). También se descontinuó el eléctrico e-Golf, relevado por el ID.3 y la ID.4, junto con el R, aunque se espera que este último regrese para la octava generación.
Los competidores incluyen a variantes de dos volúmenes del Mazda3, el Subaru Impreza, el Toyota Corolla, el Honda Civic, el Kia Elantra GT y el Hyundai Veloster. La lista se ha reducido en años recientes y amenaza con constreñirse aún más.
El Volkswagen Golf 1.4T TSI 2020 es todo lo que espera de un buen hatchback europeo, sobre todo en versatilidad, manejo y rendimiento. Algunas de las carencias de tecnología se pueden compensar con el teléfono, pero para tener lo último en seguridad disponible en el segmento, deberán voltear a otros competidores. El Golf tiene un fiel séquito de fanáticos, pero no parecen ser los suficientes para que la marca mantenga el modelo. El Jetta podría ser un buen reemplazo, pero no solo tiene mayor masa, tiene una suspensión trasera más sencilla de barra de torsión, en lugar del arreglo multieslabonado del dos-volúmenes. Sin embargo, el modelo GTI deberá mantener viva la llama de los hatchbacks por un tiempo más, pero ¿Por cuánto?
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