El CrossBlue podría salir a la venta hasta el 2017.
La situación de Volkswagen en Estados Unidos no es buena y tiene que arreglarla cuanto antes para alcanzar su meta de vender más que nadie en el mundo. Pues mientras en Europa y Asia todo marcha a la perfección, para Estados Unidos sigue siendo absolutamente indiferente la marca germana.
La marca de Wolfsburgo comercializará un SUV de siete plazas, que se dio a conocer tiempo atrás con el nombre CrossBlue, prácticamente será nombrado así el modelo que veremos circulando en las calles. El problema para VAG es que el coche se necesita ya, y no están nada cerca de comenzar a venderlo.
Volkswagen no sabe si fabricar el coche en México o hacerlo en su planta de Chattanooga, donde ya ensambla el Passat y el Jetta. México parecía tener la ventaja competitiva, por el bajo costo de mano de obra e incentivos en cuanto a impuestos, pero ahora Tennessee ha puesto sobre la mesa una contra-oferta para forzar a Volkswagen a volver a pensárselo antes de decidir.
El plan original de la compañía pasaba por tener ya decidida la fábrica a estas alturas, y ahora parece que nada se decidirá hasta el comienzo del verano lo que podría retrasar hasta prácticamente 2017 el lanzamiento del CrossBlue de producción. Y eso es algo que Volkswagen no puede permitirse, ahora que está enfrentando una caída de ventas en Estados Unidos que puede dañarle sus resultados globales.
La edición 2014 del Festival ‘tuning’ Wörthersee, celebrado en Austria, nos deja un nuevo prototipo de Volkswagen basado en su modelo pick-up Amarok.