Desde los albores de su historia, la nación estadounidense ha mostrado fascinación por las rivalidades. Algunas se convierten en conflictos sin fin, mientras que otras impulsan sana competencia. La rivalidad entre el Chevrolet Camaro y el Ford Mustang pertenece a la segunda categoría, convirtiéndose en una fuerza que busca la optimización constante.
Mark Reuss, Vicepresidente Ejecutivo Global de Desarrollo de Productos para GM, apuntó: "Durante cinco décadas, el Camaro y el Mustang han batallado en todos los escenarios posibles. Estos dos vehículos han luchado por superarse uno a otro en la pista, en la carretera y en las calles. Esa competencia es una parte integral de por qué ambos autos son tan increíbles y tan populares hoy en día."
El Ford Mustang fue introducido hace 50 años esta semana, creando una nueva clase de transporte, el llamado "pony car". Tres años después, Chevrolet introdujo el Camaro como competencia directa del Mustang y creó una de las rivalidades más representativas de la industria automotriz norteamericana.
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Excelente trabajo hace el Grand Highlander absorbiendo las imperfecciones de la carretera.
