Rodrigo Buendia

La marca propiedad de General Motors finalizará al término del presente ejercicio sus operaciones de venta de vehículos nuevos en el mercado europeo, tal y como lo anunció en diciembre de 2013, como consecuencia de la caída de ventas y la baja de precios y tras comprobarse la inviabilidad del proyecto.

La compañía indicó que dicha decisión permitiría reducir la complejidad del mercado en relación con la coexistencia de las marcas Opel y Chevrolet, al tiempo que serviría para establecer un nuevo modelo de negocio para el futuro.

De esta forma, las filiales de la compañía tanto en España como en Portugal tampoco continuarán con su actividad desde el próximo ejercicio. Según informaron fuentes de la compañía a la agencia Europa Press, en los once años de actividad de la marca en España, las entregas acumuladas casi alcanzan las 200,000 unidades, a pesar de que 2014 y 2015 "fueron muy atípicos", ya que la mayor parte de la red de concesionarios había optado por nuevos proyectos y por no continuar la distribución de la marca. En 2014, la firma matriculó en España 2,781 unidades y solo 59 unidades, en 2015.

A finales del 2013, Chevrolet contaba con una red de 85 concesionarios en España, aunque en la primera mitad del 2014 la mayor parte de ellos acordó el cese de la actividad de venta de vehículos, convirtiéndose en reparadores autorizados. En julio del 2014, la firma contaba únicamente con siete concesionarios, que posteriormente llegaron a los mismos acuerdos, hasta que a mediados de 2015 se llegó a dicha solución con el último de los centros.

En la actualidad, la marca dispone de casi cien reparadores autorizados de vehículos de Chevrolet y el pasado 1º de diciembre los contratos de la compañía con sus reparadores fueron transferidos a General Motors España.