Según Jim Farley, China es el líder indiscutible en el sector de los vehículos eléctricos (EV). En una entrevista con el podcast “Decoder” de The Verge, Farley declaró que “no hay competencia real” entre los fabricantes estadounidenses y chinos cuando se trata de dominar el mercado global de los EV. A pesar de los esfuerzos de compañías como Tesla y Ford, la influencia de las empresas chinas, como BYD, Geely, y Nio, está creciendo constantemente, no solo en China sino también en mercados internacionales.
La clave del éxito de China, según Farley, se encuentra en el apoyo gubernamental, que ha permitido a los fabricantes de automóviles chinos innovar a un costo muy bajo. Este apoyo se traduce en enormes subsidios que reciben las marcas, lo que les da una ventaja competitiva al no estar tan presionadas por los costos como sus rivales occidentales. Farley también destacó que estas empresas chinas están revolucionando el mercado con tecnologías avanzadas y modelos como el Xiaomi SU7, que lo impresionaron profundamente.
El dominio de China en el mercado de los EVs no es casualidad. Farley subraya que el gobierno chino ha invertido más de $230 mil millones en subvenciones a fabricantes locales entre 2009 y 2023. Esto ha permitido que empresas como Huawei y Xiaomi, que nunca antes habían sido parte de la industria automotriz, ahora sean actores clave en el mercado. El bajo costo de la mano de obra y el respaldo gubernamental han sido factores cruciales en el ascenso de estas marcas a la cima.
Este panorama es humillante para la industria automotriz estadounidense, según Farley, quien se refirió al avance de China como “la cosa más humillante” que ha visto. Los vehículos eléctricos chinos ofrecen tecnologías superiores a las de sus competidores, como la integración de sistemas operativos de Huawei y Xiaomi, que permiten una experiencia digital superior y sin interrupciones en los vehículos.
Para Farley, el desafío va más allá de los vehículos eléctricos: es una competencia global. Si Ford no se adapta rápidamente, corre el riesgo de perder el liderazgo en el futuro. El ejecutivo ha advertido que, para asegurar un futuro exitoso, Ford deberá mejorar sus capacidades tecnológicas y asumir la competencia con China como una prioridad estratégica. De no hacerlo, la marca estadounidense podría quedar atrás, sin poder competir en un mercado que se dirige rápidamente hacia la electrificación.
En conclusión, la creciente supremacía de China en el sector de los vehículos eléctricos es una realidad innegable. El apoyo gubernamental, los subsidios y la innovación a bajo costo han permitido a las marcas chinas no solo competir, sino dominar el mercado global. Mientras tanto, Tesla, Ford y GM deberán redoblar esfuerzos para mantenerse relevantes en este sector que cada vez se define más por la electrificación.