Jose Carlos De Mier - @GPSmediaexperts

El día de hoy pudimos manejar tres versiones: 200 S AWD (all wheel drive, V6, 3.6 litros), la menos asequible en el entorno de los 34,000 USD; la 200 C y la 200 S, de tracción delantera ambas. En el caso del S y el C los autos estaban equipados con el motor más rendidor: 4 cilindros, 2.4 litros de desplazamiento y un consumo combinado anunciado de 28 MPG.

En mayo comenzó la distribución de las unidades del nuevo 200 en los dealers de todo el país que han acogido con los brazos abiertos el auto, según palabras de Kathy Graham, responsable de relaciones públicas de Chrysler para el segmento C y D. “Hay mucha expectativa sobre el nuevo 200. Las ventas de Chrysler no dejan de subir y esperamos cumplir el 51° mes consecutivo de crecimiento, ayudados por el lanzamiento de este nuevo 200”, se mostraba confiada Graham. Y no es para menos, el grupo, en especial la marca Jeep, están viviendo un momento dulce de reconciliación con los clientes en el mercado americano y en buena parte del mundo. Estamos convencidos de que el bache en México, por ejemplo, será algo pasajero dada la reconfiguración del portafolio.

Uno de los datos que hace sentir a los empleados de Chrysler más orgullosos es el liderazgo de Marchione y la creación de empleo constante. Por ejemplo, la completamente remodelada planta de Sterling Highs en Michigan, un suburbio de Detroit que recupera vitalidad a borbotones generó 800 puestos de trabajo dedicados a la manufactura de este nuevo 200. En total, en lo que va de año en Michigan la marca generó cerca de 3 mil empleos.

Volviendo al auto les confieso que tenía muchas ganas de verlo en vivo. En foto me atrajo desde el primer momento. En vivo la impresión no es deslumbrante, pero sigue siendo buena. Las líneas exteriores del auto son limpias, insinuantes sin llegar a ser demasiado modernas y da la impresión de que el diseño va a envejecer bien. Vaya, que no es uno de esos autos que cuando supera los 5 (no matrimonios, años) se queda viejísimo.  A la hora de manejarlos el V6 siempre cumple, el 4 cilindros y 180 caballos de fuerza también, al menos a la altura del mar en una ciudad con un aire bastante limpio como Miami.

La versión con tracción total (AWD) promete un reparto de par motor optimizado. La desviación del torque entre el eje delantero y trasero se realiza en milisegundos, a cualquier velocidad adaptándose a la condiciones del terreno o el clima. Adicionalmente, el eje trasero se desconecta cuando no es necesario para evitar un impacto negativo en el consumo de combustible. ¡Bien!

Es obligación señalar algo pero, al menos a primera vista, lo que menos me gustó fueron los asientos, para ser más concreto, el tapizado de los mismos. Yo sería un cliente potencial de la versión S y si pudiera evitar el bordado en el respaldo, lo haría con mucho gusto.

Le preguntamos al equipo de Chrysler sobre la versión convertible y de momento, no hay planes de lanzamiento para la misma. Obvio que en este momento quieren concentrar sus esfuerzos en el sedán pero también esperamos ver en el futuro una opción convertible de este estilizado 200 participando en el Topless in Miami.

El nuevo abanderado de la marca en el segmento de la Mid-sized sedanes, ha levantado muchas expectativas desde los primeras fotos espía y especialmente desde la presentación oficial en Detroit en el frío comienzo de este 2014.

MSRP de las unidades probadas (incluido el destination charge)

200S AWD            33,470                 22 MPG city/hwy

200C                     31,470                 28 MPG city/hwy

200S                     28,575                 28 MPG city/hwy

El entry level del Chrysler 200 está a la venta por 22,695 USD. La versión se denomina: LX.

El evento se desarrolló en el impresionante museo del magnate inmobiliario Jorge Pérez, (www.pamm.org) Un lugar que atrae a pesar de que aún está rodeado de otras construcciones y tiene una gran carencia: en su estacionamiento no son bienvenidas las motocicletas, algo que no podemos entender dada la millonaria inversión que se ha realizado en el lugar.

Fotos: José Carlos de Mier