El BMW Z4 ha sido un deportivo icónico para muchos, pero su volumen de ventas nunca alcanzó grandes números. A pesar de ello, los fanáticos del modelo siempre lo han valorado como un biplaza elegante, ideal para los fines de semana y que, además, no renunciaba a la funcionalidad diaria. La gran incógnita ahora es si su sucesor será eléctrico o impulsado por combustión interna.
BMW no ha confirmado oficialmente si habrá un sucesor directo para el Z4, pero Joachim Post, miembro del consejo de desarrollo de la marca, insinuó en una entrevista que la plataforma Neue Klasse podría dar cabida a un deportivo, aunque aún no hay detalles claros al respecto. Esta plataforma modular de BMW tiene el potencial de incorporar nuevos modelos de manera más ágil, lo que abre la puerta a un posible roadster eléctrico.
Un aspecto clave es si el futuro deportivo de BMW será totalmente eléctrico o de combustión interna. Mientras que Porsche está teniendo dificultades para encontrar una demanda fuerte de autos deportivos eléctricos con el próximo 718 eléctrico, BMW podría decidir optar por una solución híbrida, empezando con una versión de combustión interna. Esta decisión tendría en cuenta el bajo volumen de ventas de los roadsters, lo que podría no justificar una inversión a gran escala en una versión completamente eléctrica desde el principio.
La filosofía modular de BMW le permite integrar componentes como baterías y unidades de control electrónico que pueden ser adaptados a diferentes modelos, lo que facilitaría la producción de un deportivo sin tener que crear una plataforma completamente nueva. Sin embargo, la inversión necesaria para un roadster de bajo volumen podría generar dudas entre los contadores y accionistas de la marca.
En conclusión, el final del BMW Z4 podría ser solo el comienzo de una nueva era para los deportivos de la marca, pero aún queda por ver si BMW apostará por un modelo eléctrico o de combustión interna. Los próximos años serán cruciales para conocer qué rumbo tomará el futuro de estos vehículos.