El Audi RS6 Avant es quizá la máxima expresión de lo que puede ser una camioneta deportiva. Con un V8 biturbo, tracción Quattro y un diseño agresivo, combina la brutalidad de un muscle car con la practicidad de un coche familiar.
Lo mejor es que, a diferencia de otros modelos de nicho, el RS6 sí llegó a mercados internacionales, convirtiéndose en un éxito de culto. Capaz de superar a muchos deportivos en aceleración y, al mismo tiempo, llevar a toda la familia de viaje, representa el equilibrio perfecto entre pasión y utilidad.
El BMW M5 Touring es una rareza que combina lo mejor de dos mundos: la velocidad de un superdeportivo con la versatilidad de una camioneta. Equipado con un motor V8 biturbo, era capaz de ofrecer prestaciones de infarto mientras mantenía espacio suficiente para el equipaje familiar.
Modelos como el E34 y el E61 son auténticos objetos de deseo para coleccionistas y entusiastas. Aunque nunca llegó de forma oficial a muchos mercados, se mantiene como un referente de exclusividad y prestaciones en el mundo de las camionetas.
El Audi A6 Allroad es básicamente un A6 Avant elevado con suspensión neumática, protecciones de carrocería y, por supuesto, el sistema Quattro de tracción total. Es una camioneta que busca ofrecer la capacidad de un crossover, pero sin los compromisos dinámicos de un SUV.
Su motor V6 turboalimentado aporta potencia y suavidad, mientras que el habitáculo mezcla cuero y aluminio con un diseño sobrio. Ideal para largos viajes, demuestra que la comodidad y el estilo no tienen por qué estar reñidos con la funcionalidad.
El Volvo V90 es una de las últimas camionetas grandes de lujo, con un diseño minimalista que refleja la esencia escandinava. Sus luces “Martillo de Thor” y su interior con acabados en madera y cuero transmiten sobriedad y distinción.
A nivel práctico, ofrece 69 pies cúbicos de carga, lo que lo convierte en una opción ideal para familias que buscan comodidad y seguridad sin caer en el cliché del SUV. Eso sí, el V90 apuesta más por la elegancia y el confort que por una conducción deportiva.
El Subaru Outback siempre ha jugado en la frontera entre camioneta y crossover, pero sus primeras generaciones fueron auténticas camionetas familiares. Ofrecía un manejo ágil, tracción total de serie y motores bóxer que le daban carácter. A diferencia de muchos SUV, su altura libre al suelo era la justa para enfrentarse a caminos de tierra sin perder estabilidad.
Su gran virtud sigue siendo la practicidad a buen precio. Con un amplio maletero y un diseño pensado para el día a día, el Outback es la prueba de que no hace falta un SUV de lujo para tener un coche capaz, robusto y fiable.
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