El Subaru Forester es otro ejemplo de coche pensado para durar. Con un 5,5% de sus unidades aún en manos de sus primeros dueños tras 15 años, combina tracción integral, practicidad y un enfoque familiar que lo hace difícil de reemplazar. Es uno de esos SUV que genera vínculos emocionales con quien lo conduce.
La Honda Ridgeline no solo es una pick-up versátil, sino también un vehículo que inspira confianza. Un 5,5% de sus propietarios siguen con ella después de década y media, gracias a su construcción unibody, su comodidad en carretera y la clásica durabilidad que caracteriza a Honda. Un híbrido perfecto entre camioneta y SUV.
Entre las pick-up, la Toyota Tundra es un icono de resistencia, con un 5,5% de sus dueños conservándola más allá de los 15 años. Su motor V8 y su robustez estructural la convierten en una favorita entre quienes buscan trabajo duro y confianza a largo plazo. Además, su reputación en el mercado de segunda mano es impecable.
El Nissan Versa sorprende por su lugar en este ranking, con un 5,7% de permanencia en manos de su primer dueño. A pesar de ser un coche económico, destaca por su sencillez mecánica y bajos costes de mantenimiento. Una opción que demuestra que no hace falta gastar una fortuna para tener un coche duradero.
Con un 5,8% de sus unidades mantenidas por el mismo propietario durante 15 años o más, el Lexus IS 350 encabeza la lista. Este sedán japonés combina lujo, fiabilidad y un motor V6 que ofrece potencia sin comprometer la durabilidad. Es la prueba de que la ingeniería de Toyota aplicada al segmento premium sigue marcando diferencias.
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