Mitsubishi sigue presente en el mercado, pero su presencia en Estados Unidos es cada vez más débil. A pesar de una ligera mejora en las ventas en 2024, con un aumento del 25.8%, la marca sigue luchando por destacar en el saturado mercado de SUVs. Modelos como el Outlander son los que sostienen la marca, pero la falta de nuevos lanzamientos y la desconexión con las nuevas generaciones de consumidores hacen que Mitsubishi parezca más una marca en declive que una fuerza innovadora. La falta de relevancia en el mercado estadounidense y una oferta de modelos obsoletos ha dejado a Mitsubishi en una situación complicada, con un futuro incierto.
Fiat ha experimentado un repunte en sus ventas en 2024, con un aumento del 153%, pero este aumento proviene de una base extremadamente baja. Las ventas en Estados Unidos fueron de apenas unos pocos miles de unidades, lo que coloca a Fiat como una marca de nicho más que un competidor serio en el mercado de masas. Con el modelo 500e como su única oferta destacada, la marca italiana parece más una declaración de estilo retro dirigida a los millennials que una propuesta viable en el mercado estadounidense. La falta de inversión en concesionarios y la ausencia de nuevos modelos hace que Fiat sea percibida más como una instalación artística que como una marca de autos funcional.
Alfa Romeo, aunque conocida por sus vehículos con un diseño apasionado y un manejo emocionante, ha tenido dificultades para generar ventas sustanciales en Estados Unidos. En 2024, Alfa Romeo vendió solo 8,857 unidades, una caída en comparación con 2023. A pesar de que la marca sigue siendo admirada por su diseño y dinamismo, la falta de una línea de productos sólida y su marketing limitado han dificultado su expansión. Con planes de introducir nuevos modelos eléctricos, Alfa todavía tiene la oportunidad de revivir, pero debe hacerlo rápidamente si quiere mantenerse competitiva en un mercado cada vez más saturado de marcas de lujo.
Chrysler cumple 100 años, pero no parece que lo celebre con los mismos éxitos que antes. Con una gama de productos limitada a dos modelos principales, las minivans Pacifica y Voyager, y promesas de nuevos lanzamientos que nunca llegan, la marca se enfrenta a una caída en las ventas de casi el 60% en la última década. A pesar de la herencia que Chrysler representa, la falta de innovación y de productos competitivos ha puesto a la marca en una posición precaria. La posibilidad de un crossover eléctrico para 2026 podría ser su última oportunidad para reinventarse, pero la falta de acción podría dejarla relegada a una marca secundaria dentro de Stellantis.
Chevrolet sigue siendo una de las marcas más grandes de Estados Unidos, pero enfrenta serios desafíos en 2026. Modelos como la Chevrolet Silverado, aunque populares, están perdiendo terreno frente a la competencia de marcas más innovadoras y de mayor calidad. La marca ha tenido problemas para adaptarse a las nuevas tendencias, especialmente en cuanto a vehículos eléctricos y sostenibilidad. A pesar de las mejoras en algunos modelos, la falta de un enfoque claro en el futuro de los autos eléctricos y la fiabilidad de sus vehículos en el largo plazo podrían poner a Chevrolet en una posición vulnerable frente a marcas más modernas y dinámicas.
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