La relación entre Ford y Mazda es una de las más longevas en la industria automotriz, comenzando en la década de 1970. A lo largo de los años, ambas marcas colaboraron en la producción de varios modelos, como el Ford Escort y el Mazda 323, compartiendo plataformas y tecnologías. Ford adquirió una participación del 25% en Mazda en 1979 y mantuvo la relación hasta 2015, cuando vendió sus acciones. Gracias a esta asociación, Ford tuvo acceso a vehículos compactos de Mazda, mientras que la marca japonesa se benefició de la fortaleza financiera de Ford. A pesar de la venta de sus acciones, Mazda sigue siendo una marca independiente y de alto rendimiento.
Ford compró Volvo en 1999 con la intención de fortalecer su presencia en el mercado europeo y aprovechar la reputación de la marca sueca en términos de seguridad e innovación. Durante la década de 2000, Volvo bajo la propiedad de Ford introdujo modelos como el S60 y el XC90, destacando en la tecnología de seguridad. No obstante, en 2010 Ford vendió Volvo a Geely, un conglomerado chino, que sigue siendo dueño de la marca. La asociación permitió a Ford incorporar avances en seguridad, pero la marca sueca no logró competir con los gigantes alemanes de lujo.
De Tomaso, el fabricante italiano de coches deportivos, fue adquirido por Ford en 1970 con el fin de producir un coche exótico de motor central. El resultado fue el famoso De Tomaso Pantera, que combinaba el motor Cleveland V8 de Ford con un diseño italiano. El Pantera, producido hasta 1993, fue un modelo exitoso, con más de 7,000 unidades vendidas. Sin embargo, la asociación terminó en 1973 debido a la crisis del petróleo y las estrictas normativas de emisiones, lo que llevó a Ford a retirarse de la colaboración.
Ford adquirió Jaguar en 1989 por $2.380 millones, con el objetivo de entrar en el mercado de lujo europeo, compitiendo con gigantes como Mercedes-Benz y BMW. Durante los años de propiedad de Ford, Jaguar experimentó una mejora significativa en términos de calidad y diseño, pero la marca seguía perdiendo dinero. Modelos como el X-Type y el S-Type fueron desarrollados bajo esta alianza, compartiendo plataformas con Ford. Sin embargo, la relación terminó en 2008 cuando Ford vendió Jaguar y Land Rover a Tata Motors. Hoy, Jaguar sigue siendo una marca icónica, aunque ha luchado por redefinir su identidad en los últimos años.
Ford fue propietaria de Aston Martin entre 1994 y 2007, un período en el que la marca británica de lujo experimentó una etapa de revitalización. Durante estos años, Ford supervisó la producción de vehículos emblemáticos como el DB7 y el V8 Vantage, que aparecieron en películas icónicas como “Muere otro día” de James Bond. Aunque Ford vendió su participación en Aston Martin en 2007 a un consorcio privado, la marca continuó siendo un referente de lujo y exclusividad. La asociación con Ford permitió a Aston Martin mejorar su producción, aunque los problemas de fiabilidad persiguieron a la marca por años, hasta mejorar en la actualidad.
Relacionadas
Precio del Mercedes SLS AMG Black Series 2014
Un superdeportivo de 622 caballos de fuerza que acelera de 0-60 mph en 3.5...