No te dejes presionar por campañas de “oferta limitada”. La mayoría de los descuentos o promociones se extienden durante semanas. Si necesitas un par de días extra para analizar la compra, dilo sin miedo. Un coche no es una compra impulsiva, y cualquier vendedor serio lo entenderá.
En un mercado cada vez más digital, muchos concesionarios ya ofrecen la entrega del vehículo en tu casa. Este detalle puede ahorrarte tiempo y desplazamientos, especialmente si compras en un concesionario alejado o a través de una plataforma online.
La posventa es tan importante como la compra. Pregunta si el concesionario ofrece vehículo de cortesía o transporte alternativo cuando tu coche esté en el taller. Esto te dará una idea clara de cómo será la experiencia de propiedad a largo plazo y del compromiso del concesionario con el cliente.
Nunca firmes documentación de financiación sin asegurarte de que el préstamo ha sido aprobado por la entidad financiera. De lo contrario, puedes caer en la llamada estafa del yo-yo: llevarte el coche y que, días después, el concesionario te obligue a aceptar condiciones mucho peores porque “el préstamo anterior no fue validado”.
Preguntar por los plazos, intereses y posibles penalizaciones por pago anticipado es esencial. Cuanto más largo sea el préstamo, más intereses acabarás pagando. Si te ofrecen más de 72 meses de financiación, exige una simulación con plazos más cortos. Si no puedes afrontarlo, lo más sensato es reconsiderar la compra.
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