Aunque los coches Tesla destacan por su eficiencia y tecnología, mantenerlos puede ser sorprendentemente caro. Sustituir una batería, por ejemplo, puede costar miles de euros, y los seguros suelen ser más altos que los de un vehículo tradicional. Estos gastos inesperados pueden hacer que algunos propietarios se arrepientan de su inversión inicial.
Tesla ha expandido su red de Superchargers, pero aún existen zonas rurales y poco pobladas donde encontrar un punto de carga resulta complicado. Los viajes largos pueden convertirse en un reto logístico, y en ciudades grandes, las estaciones pueden estar saturadas, generando largas esperas.
Los Tesla son líderes en innovación, pero algunos propietarios han experimentado glitches en el software, desde reinicios del sistema hasta fallos en funciones de Autopilot. Aunque las actualizaciones suelen solucionar problemas, la frecuencia e imprevisibilidad de estos errores pueden frustrar al conductor.
Aunque los Tesla mantienen mejor su valor que otros eléctricos, la depreciación sigue siendo significativa, sobre todo cuando aparecen modelos nuevos con características avanzadas. Esto puede afectar a quienes esperaban revender su vehículo a buen precio, convirtiéndose en un motivo de arrepentimiento.
Algunos propietarios han reportado defectos de fabricación, desde detalles cosméticos hasta problemas mecánicos más serios. Estos inconvenientes reducen la satisfacción de poseer un Tesla y a menudo requieren múltiples visitas al servicio técnico para solucionarlos.
Relacionadas
Precio del Mercedes SLS AMG Black Series 2014
Un superdeportivo de 622 caballos de fuerza que acelera de 0-60 mph en 3.5...