El Ford Bronco original debutó en 1966 y rápidamente se convirtió en un icono del off-road americano. Con su corta distancia entre ejes y ejes rígidos, ofrecía una maniobrabilidad sobresaliente en terrenos complicados. Su diseño simple pero eficaz, junto con los motores V8 disponibles, lo convirtieron en un todoterreno duro y versátil.
La posibilidad de desmontar el techo añadía un toque de libertad y aventura. Hoy, los primeros Bronco se cotizan alto en subastas, prueba de que su robustez y estilo siguen intactos más de cinco décadas después.
El Chevrolet K5 Blazer fue la respuesta de GM al éxito del Bronco, y lo hizo con músculo de sobra. Montado sobre un chasis de largueros y equipado con potentes V8, era perfecto para combinar la vida urbana con escapadas off-road. Su interior amplio y el techo desmontable lo hicieron tan práctico como divertido.
Durante más de 20 años de producción, el Blazer mantuvo una reputación de vehículo resistente y polivalente. Hoy sigue siendo uno de los SUV clásicos más buscados por su durabilidad y estética atemporal.
El Mitsubishi Pajero de primera generación se ganó un lugar en la historia gracias a su resistencia y su impresionante palmarés en el Rally Dakar. Con un chasis robusto y suspensión avanzada para la época, ofrecía un equilibrio entre confort y capacidad todoterreno difícil de superar.
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