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5 vehículos de lujo que no duran: la otra cara de la exclusividad

Album 1

Curador: Rancez DamianRancez Damian

: El Porsche Macan sorprende por lo bien que envejecen sus sistemas de tracción integral y por la calidad de su construcción. La protección de su parte baja evita problemas de corrosión en tuberías y sistemas de refrigeración, mientras que los controles del habitáculo soportan un uso intensivo. No obstante, como ocurre con casi todos los Porsche, los altos precios de recambios y mantenimientos hacen que muchos propietarios no lo mantengan más allá de una década, afectando a su longevidad en las calles.

: El Acura TLX, marca de lujo de Honda, ha sabido conjugar fiabilidad con diseño elegante. Con una valoración de 4,5 sobre 5 en RepairPal y costes anuales de mantenimiento por debajo de la media premium, aparenta ser un coche longevo. Sin embargo, fuera de Norteamérica su reventa es complicada y la escasez de repuestos originales en Europa penaliza su durabilidad práctica, especialmente en el largo plazo.

: El Lexus ES 350 ha sido siempre un referente de durabilidad gracias a su mecánica afinada y a su dirección hidráulica en primeras generaciones, más resistente que los sistemas electrónicos actuales. Sus árboles de levas y distribución soportan sin problemas más de 240.000 km, pero en mercados europeos este modelo no alcanzó tanta popularidad debido a su elevado coste de mantenimiento y a piezas difíciles de encontrar, lo que limita su presencia a largo plazo.

: El BMW 5 Series es considerado el sedán más equilibrado de la marca bávara, combinando deportividad y confort. Con una puntuación de 77/100 en J.D. Power para el modelo 2021 y un bajo índice de llamadas a revisión, parece fiable. Pero aquí radica la paradoja: sus costes de servicio en Europa son elevados y, en unidades con más de 150.000 km, algunos sistemas electrónicos empiezan a mostrar debilidades que reducen su “vida útil real” frente a otros competidores.

: El Mercedes-Benz E-Class es uno de los sedanes de lujo más vendidos del planeta. Su cambio automático destaca por mantener suavidad incluso con muchos kilómetros a sus espaldas, y su sistema de climatización conserva precisión durante años. Sin embargo, aunque presume de fiabilidad en componentes clave, los altos costes de mantenimiento y reparaciones electrónicas pueden hacer que su durabilidad práctica no siempre cumpla las expectativas de quienes lo eligen.