El Mercedes-AMG C63, con su brutal motor V8 y su enfoque puramente deportivo, es un coche espectacular sin duda. Sin embargo, su suspensión extremadamente firme, su alto consumo, y una depreciación más marcada que otros modelos premium lo convierten en una compra que muchos lamentan. Incluso venderlo puede resultar complicado, ya que el mercado de segunda mano tiende a penalizar a los AMG más radicales.
El BMW M3 es una referencia mundial del rendimiento deportivo, y no es raro ver a conductores de todas las edades disfrutándolo. Sin embargo, este sedán deportivo, además de ofrecer sensaciones increíbles al volante, trae consigo costes de mantenimiento muy elevados, propios de BMW. Amortiguadores, frenos, componentes electrónicos… todo es caro, y todo se desgasta rápido si se disfruta del coche como fue diseñado. Es habitual que la ilusión inicial dé paso rápidamente a la realidad de su alto coste de propiedad.
El Porsche 911 es el coche soñado de generaciones. Elegante, icónico y prestigioso, tiene la capacidad de hacer que cualquiera se sienta joven y exitoso. Pero esa sensación tiene un precio: sus facturas de reparación pueden ser abrumadoras, especialmente en versiones más antiguas o unidades con mucho uso. Muchos compradores impulsivos descubren que mantener un 911 requiere casi tanta inversión como comprarlo.
El Ford Mustang GT, con su poderoso V8, representa la esencia del músculo americano. Es accesible, divertido y vibrante, pero su interior estrecho, la falta de practicidad y las altísimas tarifas de seguro lo convierten en una mala elección para quienes buscan un coche atractivo sin complicaciones. Aquellos que lo compran buscando revivir emociones juveniles suelen descubrir rápidamente que no es el compañero ideal para las responsabilidades diarias.
El Chevrolet Corvette es un símbolo eterno de rebeldía y juventud, independientemente del año del modelo. Es rápido, llamativo y emocionante, pero también es el ejemplo perfecto del “coche de crisis de la mediana edad”. Más allá del impacto visual y sonoro, el Corvette exige mantenimiento constante y especializado, lo que puede desgastar la paciencia (y la cartera) de cualquiera. Muchos propietarios disfrutan solo unos meses antes de darse cuenta de que este deportivo requiere una dedicación que no todos pueden asumir.
Relacionadas
Precio del Mercedes SLS AMG Black Series 2014
Un superdeportivo de 622 caballos de fuerza que acelera de 0-60 mph en 3.5...