El verdadero líder en fiabilidad es Subaru, y su secreto está en la estrategia de diseño y producción. La marca comparte componentes fiables en toda su gama, lo que reduce el riesgo de fallos al introducir nuevas generaciones. Modelos como el Forester y el Impreza han logrado puntuaciones muy por encima de la media en estudios de Consumer Reports, consolidando a Subaru como sinónimo de confianza y durabilidad.
La surcoreana Kia ha conseguido en los últimos años posicionarse como una de las marcas más fiables del mercado. Con 66 puntos, se coloca por encima de la media de la industria y demuestra que su estrategia de diseño, garantía extensa y buena relación calidad-precio ha dado frutos. SUV como el Sportage o el Sorento son claros ejemplos de este éxito.
Hablar de Honda es hablar de durabilidad y confianza. Con 68 puntos, la marca japonesa mantiene su reputación de fabricar motores longevos y coches resistentes. Modelos como el Accord, el Civic o el CR-V siguen siendo referentes en sus segmentos, ofreciendo no solo eficiencia, sino también una gran calidad de ensamblaje y mantenimiento sencillo.
La marca japonesa Mazda se sitúa en una sólida posición con 69 puntos, destacando además por la mejora de sus métricas en los últimos estudios. Según J.D. Power, la firma redujo su índice de problemas por cada 100 vehículos en 24 puntos respecto al año anterior, lo que refleja un compromiso claro con la evolución constante y la satisfacción de sus clientes.
Aunque el ranking está dominado por fabricantes japoneses, el Mini se cuela como una grata sorpresa. Con una puntuación de 71 puntos, demuestra que el fabricante británico bajo el paraguas de BMW ha logrado una consistencia notable. Su tamaño compacto, calidad de construcción y mecánicas probadas le han permitido situarse por encima de la media del sector.
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