El Honda Insight 2020 es un sedán híbrido de apariencia menos rebuscada, si lo comparamos tanto con su antecesor como contra su competencia más directa, que se combina con una eficiencia destacada en el gasto de combustible.
Las tendencias en los autos cambian como las modas. Hoy el pelo largo, mañana rapado a los lados. Faldas cortas este año y largas el próximo. Tejidos con rallas en el 2020 pero colores enteros en el 2021.
Los diseñadores de autos híbridos de antaño se esforzaban por hacerlos parecer diferentes. Hoy en día lo contrario. Hablemos por ejemplo del Honda Insight 2020. Cuando rodó por las calles estrenando el milenio allá por el año 2000, fue una gran novedad no solo por ser el primer hibrido en arribar a territorio norteamericano (el Toyota Prius llegó siete meses después) sino por su extraña apariencia.
Apuesto que más de uno se interesó por el pequeño auto de dos puertas, pero no pudo superar la imagen de verse conduciendo un auto que parecía salido del set de filmación de una película de ciencia ficción. Con los años la “moda” ha evolucionado y en la actualidad, los fabricantes negocian un enfoque diferente para hacer que los autos híbridos sean lo más parecido a su contraparte de combustible. El Honda Insight del 2020 es un excelente ejemplo.
Al 2020 llega este Honda hibrido con un solo cambio con relación al pasado año: el nuevo color de pintura Platinum White Pearl. Honda está posicionando este híbrido entre su pequeño Civic y el Accord, ofreciéndolo como un sedán compacto más lujoso. Aunque el automóvil está diseñado para meterse en este espacio relativamente estrecho, comparte muchos componentes con el sedán más pequeño de Honda.
Mientras que está construido “sobre” un Honda Civic, su apariencia tiende más al diseño limpio de Honda Accord, del que toma prestado su frente y algunos pliegues laterales que lo separan del menos complicado Civic. Ahora en su tercera generación, el Insight puede considerarse como un auto atractivo algo que no siempre puede decirse de otros híbridos… ¿Toyota Prius por ejemplo?
En el interior, el Insight tiene un salpicadero o pizarra posicionado en la zona baja, con estilo suave que, si bien es elegante, no trata de ser ostentoso. Honda logra un buen balance entre un interior básico y algo más lujoso. Los asientos para mi gusto están colocados demasiado bajo y tampoco podría ubicarlos en lo alto de la escala en cuanto a comodidad, pero hay buen espacio en ellos tanto al frente como para los pasajeros. El acomodo de las baterías está bien ejecutado, sin que pierda nada en capacidad de carga, unos 15.1 pies cúbicos en el maletero, al igual que el Honda Civic.
El Honda Insight 2020 viene de serie con una gran cantidad de tecnología de seguridad, incluida una cámara retrovisora y monitoreo de somnolencia del conductor. El paquete de seguridad “Honda Sensing” es estándar y trae reconocimiento de señales de tráfico, control de crucero adaptativo, advertencia de colisión frontal con frenado de mitigación de colisión, advertencia de salida de carril y asistencia de mantenimiento en este carril. Los sensores de estacionamiento y “LaneWatch” de Honda se ofrecen por un costo adicional. Lamentamos la ausencia de advertencia de punto ciego, que Honda sustituye por el ya mencionado LaneWatch. Este sistema acciona una cámara en el lado derecho del auto cuando activamos el indicador. La baja resolución de la cámara y su poca eficiencia durante la noche no me parecen sustitutas del sistema de la advertencia de punto ciego, aunque si es muy productiva para el manejo en la ciudad cuando abunden los ciclistas y motos.
La interfaz de información y entretenimiento del Insight, tiene demasiados laberintos que hacen demasiado complicado acceder a algunas funciones cuando estamos detrás del volante. El botón del volumen ha reaparecido, pero no el de sintonizar las estaciones. Los dos niveles de equipamiento superiores proporcionan un puerto USB adicional en la consola, pero el asiento trasero carece de opciones de carga para los pasajeros. Honda también brinda conectividad con Apple y Android, y este último en nuestra prueba operó sin tropiezos.
La pretensión de mantener al Honda Insight 2020 lo más cercano a un auto regular en su apariencia, se reitera en la forma de manejo, que, si me preguntaran, lo calificaría como inocuo. Honda prioriza claramente la eficiencia por encima de cualquier otra cosa, y de esto no se le puede culpar. El consumo combinado entre ciudad y autopista se estima en 48 millas o 4.9 litros cada 100 kilómetros, números muy llamativos para quienes pretendan espaciar las visitas a la gasolinera. Lo curioso del Honda Insight, es que estos números de consumo algunas veces pueden ser incluso mejorados, y no asombraría obtener 50 millas o 4.7 litros por 100 km.
El tren motriz del Insight está compuesto por un motor de gasolina de cuatro cilindros de ciclo Atkinson de 1,5 litros, que afinado para la eficiencia máxima genera solo 107 caballos de fuerza. Complementan el conjunto un par de motores eléctricos, uno para el arranque y la generación de energía, y otro que impulsa el vehículo. En total hablamos de 151 caballos.
Considerando que mecánicamente es muy similar al Honda Civic, de este hereda atributos positivos como la confianza y compostura durante la conducción, pero, por un par de razones, no me he sentido totalmente complacido con este conjunto. El sistema hibrido de Honda es algo particular, pues omite la necesidad de una transmisión y relega más de lo acostumbrado la función del motor de gasolina a recargar la batería. Esto provoca una desconexión algo molesta entre la presión del pie en el acelerador y el ruido proveniente del motor.
El motor de combustión interna entra en acción con revoluciones altas, y si bien esto no entorpece o provoca sobresaltos en la marcha, no esperaba escuchar un motor de Honda con tan poco refinamiento. De igual forma, bajo presión (y no es mucha la que se necesita) gruñe como un gato cuando le pisan la cola. El tren motriz, aunque efectivo, es inusualmente molesto para algo producido por Honda, que nos ha acostumbrado a excelentes motores.
El Honda Insight 2020 viene en tres versiones: LX, EX y Touring. El modelo LX básico por $22,930 tiene una lista sólida de funciones, aunque tendrán que optar por un EX si desea disfrutar de tecnología como Android Auto y Apple CarPlay. Quienes aspiren a disfrutar de una cabina más suntuosa tendrán que optar por el Touring que comienza en los $28,340 y agrega tapicería de cuero con asientos delanteros con calefacción, navegación, techo solar y un punto de acceso WI-Fi entre otras prestaciones.
Si bien en sus primeros tiempos el Honda Insight gozó de poca compañía en el sector de los sedanes híbridos, en años recientes este panorama ha cambiado drásticamente. A su habitual competidor el Toyota Prius, se unen la versión hibrida del Toyota Corolla, Hyundai Ioniq, Kia Optima hibrido, o el Hyundai Sonata hibrido que probaremos la próxima semana.
Son varios los atributos que hacen al Honda Insight 2020 una opción sólida en el mercado de los autos híbridos. Por citar solo tres, la excelente economía de combustible, el precio moderado en comparación con muchos competidores, y la solidez y garantía que ofrecen el ser construido sobre la base de un auto tan legendario como el Honda Civic.
Honda ha tardado algo en refinar este producto, que por años se ha visto eclipsado por el Toyota Prius. La competencia arrecia y Honda lo sabe. Espero con ansiedad la versión 2021 del Insight.
Por: Roger Rivero
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Roger Rivero es un periodista independiente, miembro de NAHJ, la Asociación nacional de periodistas Hispanos y de NWAPA, la Asociación de periodistas automovilísticos del noroeste. Los vehículos son proporcionados por los fabricantes como préstamo por una semana para fines de la reseña. De ninguna manera los fabricantes controlan el contenido de los comentarios.
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