En el Los Ángeles Auto Show 2015, la Mazda lanzó la segunda generación (TC) de su modelo más grande, el crossover mediano de 3 filas de asientos CX-9. Nuestro colega Pablo Crocetti nos trajo video de su variante Signature 2019, y ahora, para el 2020, hemos tenido oportunidad de rodarla de nuevo.
Aunque a simple vista no se ven grandes diferencias de un año al otro, la CX-9 se beneficia de una serie de mejorías mecánicas, mayor equipamiento y nuevas opciones para el interior del 2020. El actual CX-9 marcó el fin de los motores de 6 cilindros en los autos Mazda. Con eso, se une a la Volvo y Subaru en descontinuar sus motores con más de 4 cilindros.
Para mantener un nivel de potencia aceptable en un vehículo que pesa 2 toneladas métricas (2001 kg / 4411 lbs), la Mazda lanzó su primer motor SkyActiv Turbo. Este se deriva del mayor de los 3 motores SkyActiv-G, de 2.5 litros de cilindrada. Sus 250 hp con gasolina premium, y 227 hp con gasolina regular no varían para el 2020, pero sí vemos un aumento de 10 lb/pie en el torque máximo (que pasa a 320 lb/pie con gasolina premium, y 310 lb/pie con gasolina regular). En el CX-9 de tracción integral, rinde 20 mpg en ciudad, 26 mpg en carretera y 23 mpg combinado, según el U.S. EPA. Tras debutar en el CX-9, el SkyActiv-G 2.5T también se ofrece en el sedán Mazda6, en el crossover CX-5 y para el 2021 lo veremos en el Mazda3.
Los CX-9 con tracción integral i-Activ (de serie en el CX-9 Signature y opcional en las demás variantes) ahora añaden por primera vez en un Mazda un sistema de asistencia de tracción fuera de carretera (off-road traction assist). Cuando ruedas en diagonal pierden tracción, el sistema deja de reducir el torque al motor y aumenta la fuerza de frenaje sobre las ruedas sin tracción. Esto transfiere la potencia a las ruedas que aún mantienen contacto con el terreno y permite que el vehículo recupere la tracción y siga adelante.
Para el 2020, el modelo base CX-9 Sport añade asientos delanteros con calefacción, asiento eléctrico para el chofer, limpiaparabrisas con sensor de lluvia, espejos laterales con sistema desempañante, función de encendido y apagado automático y control de luz larga para los faros exteriores al equipo de serie. También recibe el conjunto completo de funciones de seguridad del sistema i-Activsense. El CX-9 Touring añade llave inteligente y asientos electricos en la segunda fila. Los Grand Touring y Signature añaden un sensor de apertura del portón trasero sin manos y un par de conectores USB para la tercera fila de asientos.
Lo que siempre ha sido un vehículo de 7 pasajeros ahora ofrece, por primera vez, sillas de capitán separadas para la segunda fila. Estas son opcionales para las variantes Touring Premium Package y Grand Touring con un pasillo central para acceso a la tercera fila. Este último recibe asientos con calefacción para la segunda fila. Para la cumbre de la gama Signature, las sillas de capitán para la segunda fila con calefacción vienen de serie provistas de una amplia consola central.
En Estados Unidos la NHTSA (Administración Nacional para la Seguridad de Tráfico en las Carreteras, por sus siglas en inglés) le ha dado al Mazda CX-9 su máximo de 5 estrellas en choques laterales y en puntuación general, y 4 estrellas en choques frontales y vuelcos. El IIHS (Instituto de las Aseguradoras pro-Seguridad en las Carreteras, por sus siglas en inglés) le ha otorgado el máximo Top Safety Pick+ a todos los Mazda CX-9 2020 Grand Touring y Signature, así como a los modelos Sport y Touring fabricados a partir de diciembre 2019. (Los Sport y Touring fabricados antes de esa fecha reciben el simple Top Safety Pick, sin el +). La diferencia estriba en ajustes a los faros delanteros hechos a los modelos baratos a partir de esa fecha. Una página del sitio web IIHS explica el asunto en inglés con más detalle.
La variante que probamos es la cumbre de la gama, el Signature AWD, con tracción integral. Su precio base MSRP es US$46,115. La unidad probada con algunos extras sumó US$47,855.
Al igual que con el motor SkyActiv-G 2.5 turbo, el actual CX-9 también inició la cuestión de los modelos Mazda de super lujo Signature. Tras debutar con la nueva generación CX-9, ahora vemos modelos Mazda6 y CX-5 con estos interiores suntuosos con piel Nappa, madera palo de rosa y acentos de aluminio. Ya pudiéramos decir que el Signature es casi una sub-marca prestigiosa para la Mazda, algo así como Denali para GMC, o Avenir para Buick. Ciertamente la combinación del exterior Soul Red Crystal (mi tono de rojo preferido de toda la industria automotriz) con interior Parchment (pergamino) da gusto tras la aburrida tendencia actual hacia blancos, negros y grises.
Pero no todo es perfecto por dentro. Al igual que en el Mazda3 que probamos recientemente, el mando central rotativo Commander que controla funciones como el sistema de navegación y el audio no siempre resulta conveniente ni intuitivo. Y, para colmo, la pantalla táctil no permite su uso con el vehículo en movimiento. La enorme consola central del modelo Signature entorpece algo el acceso a la tercera fila. Tanto esta última como el maletero tampoco son muy amplios que digamos en comparación a sus rivales.
Pero para los entusiastas cuyas preferencias de manejo tiran a lo ágil, deportivo y con buena aceleración pero no les queda más remedio que acudir a un crossover mediano por la familia, el Mazda CX-9 2020 es una buena solución. Aunque no tiene demasiado empuje pasadas las 4500 rpm, indiscutiblemente hace honor a la personalidad, reputación y carácter de la marca. Su dirección es más táctil que la mayoría de sus rivales, y la suspensión bien calibrada. En fin, un placer de manejar.
Un dato curioso es que, pese a que se fabrica en Hiroshima con un 90% de sus componentes fabricados en el Japón (y cero de Estados Unidos y Canadá), el Mazda CX-9 no se vende en su tierra natal. No sería el primer auto japonés que no se vende en su país de fabricación. Esto también aplica a las 5ª y 6ª generaciones del Lexus ES, así como el cupé Scion tC (Toyota Zelas en Centro y Sudamérica).
En el caso del Mazda CX-9, el motivo estriba en las leyes japonesas que gobiernan el impuesto anual que los motoristas pagan en ese país. El CX-9 rebasa los límites donde se dispara dicho impuesto, por lo cual la Mazda ofrece el modelo CX-8 como substituto allí. A simple vista, el CX-8 luce muy parecido a su hermano mayor, incluso compartiendo la misma distancia entre ejes de 2930mm (115.4 pulgadas). Pero el CX-8 es 17.5cm (6.9 pulgadas) más corto, 12.9cm (5.1 pulgadas) más estrecho y 1.7cm (0.7 pulgadas) más bajo que el CX-9. Por consiguiente, su interior y maletero resultan aun más apretados.
El Mazda CX-8 se ofrece en su Japón natal, en ciertos mercados asiáticos y en Oceanía (Australia y Nueva Zelanda). En estos últimos, tanto el CX-8 como el CX-9 se ofrecen, el CX-8 primariamente como diésel y el CX-9 con motor de gasolina.
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