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A medida que los vehículos eléctricos (VE) se vuelven más populares, un informe de Insurify revela un aumento del 16% en los costos de seguro para estos autos en los últimos 12 meses. Comparado con los vehículos de gasolina, el seguro de un VE puede ser hasta un 49% más caro. Esto se debe a la complejidad de sus componentes, el alto valor de reemplazo de las baterías y, en muchos casos, los costos adicionales relacionados con la reparación de estos autos de última tecnología.
En el análisis de Insurify, los modelos de Tesla (como el Model X, Model 3, Model Y y Model S) destacan como los más caros de asegurar. El Model S, con un costo anual de $3,909, es el que se encuentra por debajo de los $4,000, mientras que otros modelos de Tesla superan esa cifra. Estos autos se comparan con vehículos similares de combustión interna, pero aún así, los VE de Tesla suelen ser más caros de asegurar, con la excepción del Model S frente al Audi Q7. En el caso de modelos como el Cadillac Lyriq, el costo anual de seguro asciende a $3,752, significativamente más alto que el del Cadillac XT5 de gasolina.
La razón de estos altos costos radica principalmente en la falta de centros de reparación especializados y los precios elevados de las baterías de los vehículos eléctricos. En muchas áreas, los conductores deben viajar distancias mayores para recibir mantenimiento especializado, lo que aumenta los costos de asistencia en carretera. Además, los vehículos eléctricos tienen más probabilidades de ser dados de baja en caso de accidente debido a la fragilidad de sus componentes electrónicos y la dificultad para reparar las baterías.
En estados con alta adopción de vehículos eléctricos, como California, Nueva Jersey, Maryland y Arizona, los costos de seguro tienden a ser más bajos. Sin embargo, incluso en estos lugares, los seguros de VE siguen siendo entre un 15% y 20% más caros que los de vehículos a gasolina. En contraste, en lugares con baja adopción de eléctricos, como Arkansas, los costos de seguro son casi el doble que para vehículos convencionales. Esto se debe a la falta de infraestructura, como estaciones de carga y centros de reparación.
A pesar de los costos más altos, algunos modelos como el Ford F-Series Lightning y el Chevy Bolt muestran una diferencia de apenas $200 más al año en comparación con sus versiones de gasolina. Aunque no todos los modelos eléctricos son significativamente más caros de asegurar, la adopción y la infraestructura de los vehículos eléctricos siguen siendo factores clave que afectan las tarifas de los seguros en diferentes estados.
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