Chasis ultraligero en cromo molibdeno, carrocería de fibra de carbono, rines de 20 pulgadas y discos de freno Wilwood de 12 pulgadas son las señas de identidad del Scorpion, que apenas pesa 2,200 libras. Pero lo verdaderamente revolucionario de este auto es la capacidad de combinar la combustión de gasolina y la del hidrógeno, gracias a un sistema Hydrogen-on-Demand, denominado H2G0 y desarrollado por los ingenieros de la compañía. El funcionamiento es de sencilla explicación: una mezcla de gasolina e hidrógeno es inyectada en el colector de admisión que a su vez está mezclada con un entre 30 y por ciento de aire. La composición de la mixtura de gasolina e hidrógeno es gestionada por el propio sistema en función de las necesidades de manejo.
El hidrógeno -en estado gaseoso y de 130 octanos- nace de la electrólisis del agua cuando el vehículo está en movimiento. Es decir, aplicando una corriente eléctrica al agua, esta reacción química permite separar el oxígeno del hidrógeno.
El sistema H2G0 permite al Scorpion llegar a las 40 millas por galón de gasolina consumido. No esta nada mal para un auto que hace el 0 a 60 mph en torno a los 3 segundos y medio.
Esta tecnología funcionará asociada a un motor de V6 de 3.5 litros y doble árbol de levas en la cabeza, que ha tomado prestado del Acura TL Type-S.
El objetivo de Ronn Motors es lanzar dos versiones del Scorpion, una “básica” con 450 HP y otra más radical, denominada LX, de 600 HP. Este incremento de potencia de 150 HP, se consigue gracias al añadido de dos turbos y un intercooler.
Toyota acudió al SEMA con esta original preparación. Se trata de un Scion Xb convertido en una camioneta para vender tacos, pero también de camión de mudanzas, vehículo de reparto o de casi cualquier cosa que se nos ocurra.
Otra de las grandes atracciones de un auto show como el SEMA es ver cuáles son las preparaciones que los fabricantes realicen sobre alguno de sus últimos modelos. Naturalmente, ni son tan osadas ni son tan extravagantes como la de los tuners profesionales. Un ejemplo lo tenemos en este Volkswagen CC Super Performance Concept, salido del Centro Diseño que la compañía alemana tiene en California.