General Motors ha llamado a revisión aproximadamente 12 SUV diésel, incluyendo modelos Yukon, Escalade y Tahoe, equipados con motores turbodiésel Duramax de seis cilindros en línea de 3.0 litros. La causa: tanques de combustible instalados incorrectamente durante visitas de mantenimiento, que carecen de componentes de seguridad esenciales, como ventilación adecuada, y podrían provocar fugas en colisiones graves.
El problema se originó en el sistema de pedido de piezas de GM, que envió tanques incorrectos a los concesionarios. Estos tanques fueron instalados inadvertidamente durante el servicio de rutina, afectando a vehículos específicos de los años modelo 2021 a 2024. El error se descubrió en junio de 2025 tras una inspección rutinaria en un concesionario Chevrolet.
Aunque el retiro es preventivo, GM destaca que hasta la fecha no se han registrado incidentes ni fugas. Solo se ven afectados los vehículos que recibieron el tanque incorrecto durante el servicio, no todos los SUV diésel de esas series. Esto demuestra que, incluso en cantidades muy pequeñas, los controles de calidad siguen siendo fundamentales para la seguridad de los conductores.
GM comenzará a enviar avisos a los propietarios afectados desde el 3 de noviembre de 2025. La reparación será gratuita en concesionarios autorizados, donde se reemplazarán los tanques por unidades correctas. Los propietarios pueden contactar al servicio de atención al cliente para resolver dudas o coordinar la revisión.
Este retiro, aunque solo afecta a 12 unidades, se suma a un año de desafíos para GM en control de calidad, que comenzó con aproximadamente 600,000 vehículos retirados por problemas de motor en 2025. El caso subraya que incluso pequeños errores en piezas críticas pueden generar llamados a revisión preventivos que protejan a los conductores.