Por primera vez desde 2017, la cuota de mercado de Tesla cayó por debajo del 40%, situándose en un 38% en agosto de 2025. Esta cifra marca un antes y un después para el fabricante californiano, que en 2019 controlaba casi el 80% del mercado estadounidense de eléctricos. El paralelismo con lo ocurrido en el mundo de los smartphones es evidente: del monopolio del iPhone se pasó a un ecosistema diverso, y ahora sucede lo mismo con los coches eléctricos.
La caída en cifras
Los datos muestran un retroceso sistemático, con siete trimestres consecutivos de pérdidas de cuota. En California, su mayor mercado, Tesla entregó 41.138 vehículos en el segundo trimestre, frente a 52.000 un año antes, lo que supone una caída del 21%. Mientras tanto, marcas como Hyundai, Chevrolet, Rivian y BMW crecieron entre un 60% y un 120% en julio, frente al modesto 7% de Tesla.
Competidores al ataque
El mercado eléctrico ya no gira en torno a Tesla. Los rivales ofrecen diseños más modernos, precios agresivos e incentivos fiscales que seducen a los compradores. Incluso fabricantes premium como Mercedes, Cadillac y BMW han logrado arrebatar clientes a Tesla, cuya gama envejecida no ha recibido grandes actualizaciones. Ni la renovación del Model Y ni la llegada del polémico Cybertruck han conseguido recuperar la confianza perdida.
Un cambio de era en la movilidad
Tesla registró su primera caída anual de ventas desde 2011, pasando de 1,81 millones en 2023 a 1,79 millones en 2024. Estos números reflejan que la ventaja de ser pionero ya no es suficiente. Los consumidores priorizan hoy precio, equipamiento y servicio postventa, donde los concesionarios tradicionales ofrecen una experiencia más completa frente al modelo directo al cliente de Tesla.
El reto de Elon Musk
La compañía que revolucionó la movilidad eléctrica se enfrenta ahora a la prueba más dura de su historia: acelerar la innovación o convertirse en un fabricante más en un mercado altamente competitivo. Para el comprador, esta situación es positiva: mayor variedad de modelos, mejores precios y una oferta tecnológica más amplia. El reinado absoluto de Tesla ha terminado, y comienza una nueva etapa donde la competencia dicta las reglas.