La gente de Ford nos habla del proceso de diseño de la renacida Bronco, con un desarrollo centrado en las personas y las actividades que realizan en sus vehículos, dentro y alrededor de ellos.
Como imaginarán, traer de nuevo a la vida a la emblemática Bronco y, además, convertirla en una nueva familia de productos, no ha sido una labor sencilla. En Ford lo saben, no en balde, han pasado ya 17 años desde que presentaron un concepto en el NAIAS de Detroit que nos dio un primer vistazo de cómo se vería una Bronco del siglo XXI. La fiebre “retro” estaba en su apogeo, pues baste recordar que, apenas un año antes, Ford mostró un par de Concept Cars del Mustang, basados en los primeros ejemplares de los años 60, mientras que el adelanto del primer regreso del Ford GT se dejó ver en 2002, junto con el Thunderbird.
Sin embargo, la crisis hipotecaria dejó en la congeladora muchos proyectos de Ford, hasta que la firma del óvalo dio un golpe de timón. La alta cúpula del fabricante tomó decisiones duras, como la desaparición de casi toda su línea de autos de pasajeros, así como un enfoque en autos eléctricos, pick-ups y SUVs/Crossovers. Taurus, Flex, Fusion, Focus y Fiesta tuvieron una cita con el hacha, mientras que se trajo de vuelta a la Ranger, se agregó la EcoSport y se anunció el regreso de la Bronco, luego de meses de especulaciones. Si no era suficiente, la gama se desdobló en variantes 2-Door y 4-Door, mientras que se agregaba la Bronco Sport.
Con el imperecedero Jeep Wrangler como objetivo, en Ford sabían que no podían recorrer caminos convencionales para el desarrollo de un vehículo todoterreno realmente capaz. Además de los dos estilos de carrocería, la Bronco debía incluir algunos detalles del modelo clásico que el público apreciaría e incluso exigiría, dada su popularidad en el postmercado y en el segmento de personalización. El techo y las puertas removibles requirieron de nuevas soluciones para conservar la rigidez del conjunto. Además, algunos querrían remover y modificar algunos paneles para tener un vehículo aún más capaz, aprovechando la base de la que partían; algo que la propia Ford nos mostró con el prototipo R.
Todo esto se debía de lograr sin perder el objetivo de que estos son vehículos enfocados en el ser humano, no sólo SUVs para ir del punto A al B, sino que debían de cubrir una gran gama de necesidades en actividades lúdicas, al tiempo de ofrecer una larga lista de soluciones inteligentes. El punto de partida fue el laboratorio de diseño de Ford, donde se apoyaron en entornos virtuales 3D que emulaban diversos escenarios al aire libre. El resultado fueron paneles modulares, un techo en secciones de liberación rápido e incluso cuatro modelos diferentes de puertas. Tal fue el nivel de innovación, que el desarrollo fue reconocido con el premio Best of What’s New 2020, en la categoría automotriz de la revista Popular Science.
Mientras que antaño vimos modelos de arcilla, para los primeros modelos de la Bronco los diseñadores usaron paneles de poliestireno moldeados en 3D y una base de cartón, complementados con lentes de realidad virtual. Esto no sólo les dio una forma rápida de apreciar en vivo el diseño de la Bronco. Fueron capaces de percatarse en una etapa temprana del desarrollo de detalles como la forma en la que empalmaban los paneles de la carrocería, las proporciones, la forma en que se manipularían las puertas o el techo al removerlos, así como para comparar notas con los ingenieros de desarrollo. También fue útil para detectar problemas tempranos y resolverlos de manera ágil. Se trató de percibir cómo la gente real utiliza sus vehículos.
El mismo proceso también se aplicó para la Bronco Sport, que redundó en un techo tipo Safari en dos niveles, el sistema de gestión de carga flexible y el práctico destapador de botellas en el marco del portón trasero. “Traer de regreso a la Bronco después de 24 años fue un desafío importante, pero también una gran oportunidad para enfocar el diseño desde una perspectiva completamente diferente, para ofrecer SUVs robustas e innovadores“, dijo Paul Wraith, jefe de diseño de Bronco. “Vimos el mundo a través de los ojos de personas que querían un 4×4 que los llevara más lejos que cualquier otra cosa antes“.
Ford nos mostró varios prototipos modificados para diversos tipos de actividades fuera del pavimento. Al final, si bien los entusiastas de la Bronco clásica debían quedar satisfechos, Ford apuntaba a un amplio espectro de posibles clientes, muchos de ellos, quizá nunca habrían oído hablar del modelo, sin embargo, sabrían apreciar un diseño equilibrado, así como las soluciones inteligentes y el nivel de tecnología. Las expectativas no eran pocas, pero dada la buena recepción que ha tenido tanto la preventa de la Bronco como el lanzamiento de la Bronco Sport, podemos decir que han cumplido su misión.