“Es un trabajo complicadísimo”, nos comenta Ingo Soppe, director del Centro de reciclaje de BMW, “para nosotros, como lo vemos, es muy simple: un auto representa el matrimonio de muchas tecnologías para entregar una pieza automotriz; cuando lo reciclamos, somos los ejecutores del divorcio”, agrega el Dr. Soppe en perfecto español y con grandes tintes de buen humor.

En Alemania existe una cultura del reciclaje realmente importante, tanto que BMW ofrece dentro de su web un apartado dedicado a informar a los dueños de un BMW dónde pueden entregar el auto sin costo alguno. “Es cierto, para muchos el coche todavía tiene un valor, por lo que es muy difícil convencerles de tirarlo en el lugar correcto, pero es la mejor manera para garantizar que contaminará lo menos posible. Incluso, los clientes reciben un certificado de destrucción para ser reciclado dentro de los procesos adecuados y así puedan continuar su camino libres de culpa”, comenta el Dr. Soppe.

Fuimos al centro de reciclaje de la marca, donde pudimos apreciar la nada agradable tarea de desmantelamiento de un BMW. Aquí se reciclan alrededor de 4,500 autos por año y atestiguamos cómo con pinzas hidráulicas arrancan, literalmente, el corazón de un M6. “Doloroso, ¿verdad?”, preguntó el Dr. Soppe. Y vaya que sí, pues en este centro la marca destruye también todos los autos construidos para las primeras etapas de desarrollo, por lo que pudimos ver los primeros prototipos del Serie 1 convertible, formaditos para ser reciclados. “No busquen mucho”, comentó el Dr. Soppe, “como sabíamos que venían escondimos aquellos prototipos que aún no saben que existen”. Vaya que piensa rápido.

COMPLETO
Este departamento ha ganado premios de medio ambiente por el desarrollo de tecnologías para facilitar el reciclado de algunas partes, como los líquidos de los amortiguadores, por ejemplo, “incluso nosotros colaboramos con diseño e ingeniería para mejorar algunas partes de los autos que nos facilitan, en el futuro, reciclarlos más rápido y con menos gasto de energía y de manera más económica; diseñar para reciclar”, agrega el Dr. Soppe.

Los encargados del área de la marca, revisan diversos puntos importantes en la vida del auto para encontrar las soluciones adecuadas que vayan en línea con el medio ambiente:
extracción de materiales, producción, uso, reuso y reciclaje. Al final esto permitirá que el auto, además de los valores emotivos y de seguridad que ofrece durante su vida, mantenga un valor importante de compromiso al ser reciclado.

“Por ejemplo, sabemos que el uso de un techo de fibra de carbono es complicado de reciclar al final de la vida del auto, sin embargo permite contar con un bajo peso que al final salvará litros y litros de combustible y emitirá menos toneladas de CO2 durante su vida; el balance final es lo que nos importa”, comenta.

En este momento, BMW cumple con la reglamentación de la Unión Europea para ofrecer el 85% del auto reciclable y para el 2015 se deberá cumplir con el 95% del total del vehículo. “La ley es muy compleja, pero en términos prácticos para el 2015 tendremos que ser capaces de reusar el 85% del total de auto para volver a producir motores, suspensiones, rines, puertas, etc.; deberemos utilizar otro 10% para recuperar energía, como utilizar los plásticos para incineraciones y el 5% es aquello que no se puede recuperar, como las partes de los asientos que están fabricadas con base en petróleo”, indica el Dr. Soppe. Si las marcas no cumplen con estas cifras, el auto no tendrá permiso para venderse y circular en la Unión Europea.