Javier Fueyo

En fechas recientes, un grupo de estudiantes de la Escuela Superior de Ingeniería Mecánica y Eléctrica (ESIME) del Instituto Politécnico Nacional (IPN), prestigiosa casa mexicana de estudios técnicos y tecnológicos, presentó uno de los primeros vehículos completamente eléctricos desarrollados en tierra azteca. Para lograr dicho objetivo, el selecto grupo de especialistas utilizó la plataforma, transmisión y suspensión de un Volkswagen Tipo 1 modelo 1975, conocido popularmente como “Vocho” en aquel país latinoamericano.

El grupo conformado por los estudiantes Arlin Acosta Larios, Emilio de la Torre Soto, Daniel Ordaz Estrella, Kelmi Torres Domínguez e Ivette Luviano Piedra destacó que se trata del prototipo de un vehículo eléctrico sencillo, cuya construcción es viable es un país como México, ya que puede fabricarse usando partes recicladas del “Vocho”, un vehículo que aún prolifera en carreteras y calles aztecas.

Por otro lado, la carrocería de este vehículo eléctrico fue modificada para lucir moderna y vanguardista, además de que el nulo consumo de combustible lo convierte en un producto sumamente atractivo para consumidores tanto a nivel doméstico como internacional. Por último, cabe destacar que el “Vocho” eléctrico del IPN viene equipado con un banco de baterías de 48 voltios (& baterías de 8 voltios c/u), fabricadas con tecnología de acido plomo de ciclo profundo, una cualidad que retrasa el desgaste a diferencia de las baterías convencionales.

Lamentablemente, los alumnos también mencionaron que el prototipo no fue concebido para fabricarse en serie, sino para poner este tipo de diseño al alcance de los conductores mexicanos interesados en la preservación del medio ambiente. La modificación de un vocho requiere una inversión que oscila entre 120 mil pesos mexicanos, alrededor de U$D7,900.