Tras alcanzar un récord histórico de 1.895.240 vehículos vendidos en 2023, Audi sufrió un descenso del 11,8 % en 2024. Sin embargo, la marca no se detiene y aspira a superar los 2 millones de unidades anuales, con Estados Unidos como mercado prioritario para este impulso. Actualmente, Audi vende alrededor de 200.000 coches al año en EE. UU., pero las fuentes internas indican que la compañía busca casi duplicar esa cifra en los próximos años.
El objetivo a corto plazo para este año se sitúa entre 1,7 y 1,8 millones de vehículos, lo que supondría una recuperación sólida tras los resultados más débiles de 2024. Si logra cumplir su meta, Audi se acercaría a Mercedes-Benz y BMW, cuyos volúmenes de ventas el año pasado fueron de 1.983.400 y 2.200.217 unidades, respectivamente, consolidando su posición en la élite del mercado premium.
Para apoyar este crecimiento, Audi está considerando establecer una planta de producción en EE. UU., lo que le permitiría alinearse con Mercedes y BMW, ya consolidados con fábricas locales. Esta estrategia no solo reduciría la exposición a aranceles y restricciones comerciales, sino que también convertiría la instalación en un centro de exportación para otros mercados, agilizando la cadena de suministro y mejorando la competitividad.
Aunque la decisión final sobre la fábrica estadounidense se espera para finales de este año, la iniciativa subraya la ambición de Audi de expandirse globalmente y reforzar su presencia en el mercado norteamericano, mostrando que la marca alemana no se conforma con liderar en Europa, sino que busca consolidarse como referencia mundial en el sector premium y tecnológico de automoción.