Javier Fueyo

Si antes el ser verde era en parte moda y cierto compromiso pro medioambiente, la realidad es que la crisis que vivimos ha impulsado ahora más que nunca la necesidad por entregar autos “ahorradores” que, por final de cuentas, son verdes.

Lo cierto que la industria, la prensa y la gente ha respondido con creces estas decisiones corporativas. El gobierno de Los Ángeles, en propia voz del “Gobernator” pide a los usuarios de automóviles que aprovechen las bondades del manejo ecológico mediante la campaña “EcoDrive”. La prensa abarrota los stand de opciones verdes y pregunta con claridad todos los porqués de una tecnología así en su país. Tuvimos oportunidad de conducir el Mini “E” durante los días del salón de Los Ángeles por la ciudad y en cada esquina, semáforo o detención para tomar una foto, la gente se nos acercaba a preguntarnos qué era ese Mini eléctrico. El grueso de la población de dicha ciudad esta claramente empapada de estos términos y al decirnos “eso es lo que necesito” queda más que clara su preocupación por un bolsillo más sano.
 

Por desgracia, en los pasillos se respira un ambiente de incertidumbre. Los mensajes son claros: hubo pocas novedades, todo apuntó hacia el ahorro del usuario y Chrysler y GM, dos de las tres grandes de Detroit no lanzaron nada que no se hubiera visto ya en Los Ángeles. Vaya, el no ver en la hoja de presentaciones a una de estas marcas ofreciendo una conferencia, es un mensaje contundente de la situación.
Esperemos que se vea una fuerte luz al final del túnel, porque no queremos que la evolución de una industria que es reflejo de los adelantos tecnológicos y establidad económica de buena parte del planeta, cambie su panorama.