Javier Garcia

Hay algo profundamente fascinante en ver un auto camuflado. No hablo de esas lonas negras que cubren prototipos en presentaciones secretas, sino de algo mucho más elaborado: un diseño que te permite verlo todo sin revelar nada. El Custom 2027 Camouflage Telluride que Kia acaba de presentar es exactamente eso.

Cuando el camuflaje se convierte en Arte

Tom Kearns, Vicepresidente y Diseñador Jefe Senior del Kia Design Center America, lo explica con claridad: “Diseñar un wrap para el Telluride es completamente diferente a diseñar el vehículo que hay debajo del vinilo”. Mientras otros fabricantes recurren a patrones genéricos de cebra, Kia decidió hacer algo genuinamente inteligente: esconder el Telluride a plena vista.

El wrap es un homenaje al proceso creativo. Utiliza líneas superpuestas extraídas de los cientos de bocetos que precedieron al diseño final. Es como si hubieran plasmado toda la evolución del vehículo sobre su carrocería. Si prestas atención, puedes intuir las diferentes direcciones consideradas antes del resultado definitivo.

Los extemos se tocan: Filosofía con propósito

Este wrap materializa la filosofía de diseño “Opposites United” que Karim Habib introdujo en 2021. No es solo una frase marketiniana pegadiza. Habla de contrastes encontrados en la naturaleza y la humanidad, de combinar elementos estilísticos afilados con formas esculturales. Y aquí es donde el camuflaje cobra sentido real: une el principio y el final del proceso de diseño, algo que en sí mismo es “opuestos unidos”.

La inspiración viene de artistas como Keith Haring y Mr. Doodle, conocido por crear patrones complejos mediante líneas simples. El equipo de Kearns redujo los bocetos del Telluride a trazos esenciales, superponiéndolos hasta crear ese motivo definitorio que vemos hoy. Es minimalismo al servicio de la complejidad, otra hermosa paradoja.

El color como narrativa

Pero no todo son líneas. El color juega un papel protagonista que merece atención. El equipo probó múltiples combinaciones y gradaciones antes de decidirse por una transición cálido-frío: naranja en el frontal, morado en la zaga. No es casualidad. El naranja dialoga con las luces diurnas ámbar delanteras, mientras que el morado, su color opuesto en la rueda cromática, crea contraste en la parte trasera.

Hay incluso un guiño para los observadores detallistas: coordenadas de mapa sutilmente integradas en los bordes inferiores de las puertas delanteras (37.9375° N, 107.8123° W) que sitúan al Telluride exactamente en su ciudad homónima de Colorado. Estos detalles son los que separan un trabajo competente de uno memorable.

Capacidad real en terreno real

Russell Wager, Vicepresidente de Marketing de Kia America, lo resume bien: las fotos de vehículos camuflados suelen mostrarlos estacionados o en autopista, pero Kia quiso hacer algo especial.

Llevaron el SUV a Alabama Hills, en el alto desierto de California, una formación geológica de rocas redondeadas con los picos de Sierra Nevada como telón de fondo. Allí lo sometieron a pendientes pronunciadas, arroyos arenosos, cruces de agua y afloramientos rocosos. No es teatro, es una demostración tangible de capacidad off-road.

El Telluride que viene

El Telluride 2027 definitivo se presentará el 20 de noviembre en el Auto Show de Los Ángeles. Hasta entonces, este camuflaje artístico cumple una doble función: genera expectación mientras celebra el proceso creativo que hay detrás de cada vehículo. Me parece una forma elegante de recordarnos que el diseño automotriz no surge de la nada, sino de incontables iteraciones, decisiones difíciles y visión clara.

Mientras esperamos ver la carrocería real bajo ese vinilo ingenioso, este Custom Camouflage Telluride ya nos ha dicho mucho. Nos ha mostrado que incluso el acto de ocultar puede hacerse con arte, propósito y respeto por el proceso. Y eso, en una industria a menudo obsesionada solo con el resultado final, es algo que vale la pena celebrar.