Este modelo se lanzó en hace casi 3 años en Canadá y México, además de otros mercados del continente. Ante la demanda, ya está destinado también al Estados Unidos.
Para el 2015, si bien en General Motors no quisieron parecer más osados en la actualización de este crossover, particularmente en temas importantes como el exterior y el panel frontal de la cabina de pasajeros, lo cierto es que tampoco podemos decir que le urgía un cambio intenso.
Desde que apareció en el mercado, en 2012, su aspecto general ya era un tanto adelantado, comparado con sus hermanos y presentaba un frente clásico moderno con el que se intenta identificar a los Chevrolet actuales.
Algunos cambios
Así que prácticamente luce igual, ni siquiera se molestaron en agregarle una tira de iluminación de diodos luminosos (como es la moda), sólo hay un par de cambios en la textura de los panales del interior y lo que más vale por el tema de equipamiento, la adición del sistema OnStar de serie en las versiones más altas.
Nuestra experiencia de manejo me dejó casi las mismas sensaciones que aquella ocasión, en 2012, en la que dimos cuenta de la fase 1 de la primera generación de este modelo. El desempeño de la suspensión no es demasiado refinado y se recarga lateralmente en el momento de efectuar giros en curvas, esto a causa del alto centro de gravedad. Además, la dirección tiene un subviraje marcado.
A cambio, lo que le hace sobresalir, es su maniobrabilidad a bajas velocidades, en terreno urbano. Por su tamaño, se puede estacionar en lugares sólo un poco más largos que los que se requieren para un Sonic.
A más velocidad
En carretera destaca por el consumo de combustible logrado por un muy bien portado motor de cuatro cilindros, turbocargado, 1.4 litros, con 138 caballos de fuerza y 148 libras-pie de torque, acoplado a una transmisión automática de seis velocidades. También, a favor se tiene un nivel alto de comodidad en la segunda fila de asientos.
Lo impresión que más me asombró es que en todo momento se siente como un vehículo muy sólido, rígido y, al volante, parece un vehículo más ligero de lo que es en realidad.
Lo ameno
El sistema de info-entretenimiento de Trax, de origen LG, siempre ha sido uno de sus puntos a favor y si la meta es obtener un desempeño adecuado para la música juvenil y tener capacidad para enlazarlo con diferentes dispositivos vía Bluetooth, entonces está bien logrado el objetivo. Según lo anuncian los ejecutivos de la firma, las bocinas tienen un rango ampliado.
La imagen estereofónica resultó mejor de lo que esperaba, porque no se escucha un punto central proveniente del eje medio longitudinal del vehículo. Además, no se escucha un ambiente totalmente cerrado, incluso, en ocasiones da la impresión de parecer más extenso de lo que delimitan las paredes de la cabina.
Amplificador digital
La potencia es aceptable, pero la gama de frecuencias con el ecualizador plano se deja sentir con falta de precisión en los extremos de la gama auditiva, lo que se resuelve aumentando la entrega de los tonos graves y agudos mediante los ajustes del sistema. Con todo, se comporta como todo amplificador digital de precio módico, es decir, que se escucha un poco metálico y a veces exagera los sonidos graves.
Cuando se enlaza vía Bluetooth, no se puede disponer de la biblioteca de la música del teléfono o dispositivo de música, en la pantalla táctil. Sin embargo, cuando se enlaza mediante cable si.
En suma
Se trata de un vehículo que se recomienda para uso predominantemente urbano, con amenidades para los usuarios jóvenes plausibles y un desempeño de motor aceptable teniendo en cuenta su peso y tamaño. Como es de esperarse, puede incluir el sistema OnStar.
Chevrolet se asocia con el U.S. Sand Sculpting Championship.