El Bloodhound SSC prueba exitosamente un indomable motor-cohete.
El equipo británico Bloodhound se ha acercado lenta y precavidamente a su objetivo de romper el récord mundial de velocidad terrestre, y el esfuerzo parece tener excelentes resultados. En fechas recientes, Bloodhound y su colaborador noruego Nammo (grupo aeroespacial y de defensa) llevaron a cabo una serie de exitosas pruebas de un motor-cohete sólido híbrido, esto en las instalaciones principales de Nammo.
Descrito como una de "las últimas innovaciones en la evolución de tecnología de motores-cohete híbridos", éste será uno de tres motores que impulsarán al Bloodhound SSC (SuperSonic Car) durante su intento oficial de récord en el 2016. De acuerdo con declaraciones del equipo Bloodhound, el nuevo motor híbrido se encuentra en desarrollo desde el 2010, contando con la colaboración de Nammo y el Future Launchers Preparatory Programme (FLPP) de la Agencia Espacial Europea.
Este nuevo híbrido emplea peróxido de hidrógeno como oxidante y caucho sintético como combustible. Esta combinación única permite que el cohete acelere de manera inmediata con potencia indescriptible, al mismo tiempo que aporta mayores condiciones de seguridad tanto para el equipo técnico y el piloto. Por otro lado, reduce significativamente el costo del combustible y los residuos liberados son "amigables" con el medio ambiente. Durante la prueba conducida el pasado 7 de octubre, el motor se mantuvo encendido durante 16 segundos, produciendo 3 kN (kiloNewtons) de aceleración.
El equipo Bloodhound realizará la prueba oficial de velocidad en Sudáfrica en el 2016, donde espera alcanzar una velocidad de 1,609 km/h.
El Bloodhound SSC y su piloto están ansiosos por comenzar las etapas de pruebas.
Además de su incomparable potencia, el Bloodhound ha combinado un estilo clásico y contemporáneo que lo hacen único.