El Honda Prelude fue un auto deportivo discreto que destacó a lo largo de cinco generaciones, desde 1978 hasta 2001. Aunque nunca tuvo cifras de potencia desorbitadas, alcanzando un máximo de 195 caballos en su última versión, su manejo balanceado y su construcción de calidad lo hicieron un favorito de los entusiastas de la conducción. Además, algunos modelos contaban con dirección en las cuatro ruedas, un detalle técnico que mejoraba la agilidad y maniobrabilidad. El Prelude es el deportivo perfecto para aquellos que valoran las dinámicas de conducción por encima de la velocidad en línea recta.
Aunque el RX-7 es el más famoso de los autos con motor rotativo de Mazda, el RX-3 fue un verdadero gigante en las competiciones de turismo a principios de los años 70. Con un motor que variaba entre 105 y 135 caballos de fuerza, el RX-3 no debería haber sido competitivo en pista, pero su bajo peso y su chasis perfectamente equilibrado lo convirtieron en un contendiente formidable. Aunque su diseño de sedan o coupé cuadrado no grita “auto deportivo”, los pilotos sabían que el RX-3 era una máquina de carreras en estado puro, capaz de dominar los circuitos más exigentes.
Mientras que los modelos S13 y S14 de la Nissan Silvia son conocidos por su popularidad en el mundo del drifting, el S12 merece más atención por su diseño innovador y su motor turboalimentado CA18ET de 135 caballos de fuerza. Este modelo de la década de 1980 se destacó por su estética angulosa, inspirada en el estilo “Miami Vice”, y ofrecía un manejo ágil y divertido gracias a su tracción trasera. A pesar de ser un modelo menos reconocido, el S12 sigue siendo una excelente opción para los fanáticos de los autos deportivos japoneses vintage a un precio razonable.
El Toyota 2000GT es una leyenda entre los coleccionistas, pero aún no recibe el reconocimiento que merece entre los aficionados al automovilismo en general. Con solo 351 unidades fabricadas, este auto construido en colaboración con Yamaha fue capaz de competir con los mejores deportivos de la época, como Porsche y Jaguar. Aunque el 2000GT es conocido por su impresionante ingeniería y rendimiento, sigue siendo opacado por modelos más populares como el Supra y el 86. Su exclusividad y diseño único lo convierten en uno de los autos más subestimados de la historia del automóvil japonés.
Antes de que el RX-7 hiciera célebre a los motores rotativos, el Mazda Cosmo Sport fue la audaz introducción de Mazda al mundo del Wankel. Este elegante coupé de los años 60 contaba con un motor de dos rotores de 110 caballos de fuerza, capaz de alcanzar los 185 km/h, un logro notable para la época. A pesar de que solo se produjeron aproximadamente 1,500 unidades, su diseño futurista sigue atrayendo miradas hasta el día de hoy. El Cosmo Sport demostró que Mazda ya tenía la capacidad de innovar en el mundo de los autos deportivos, pero sigue siendo relativamente desconocido para muchos entusiastas.
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