La Toyota Celica GT-Four de la generación ST185 es uno de los coches más emblemáticos de la marca en el mundo del rally. Con su tracción a las cuatro ruedas y su motor turboalimentado, este coche fue un verdadero monstruo en el Mundial de Rally (WRC), y su éxito en la competición le dio un estatus de leyenda. El diseño del ST185 era muy similar al de los coches de rally, lo que le daba un aspecto agresivo y utilitario. Los entusiastas de los rallys aún buscan este modelo como una pieza clave de la historia de Toyota en la competición. Con precios de venta rondando los 20.000 dólares, el ST185 sigue siendo una excelente opción para quienes buscan un coche con legado y desempeño.
El Toyota GR86, en su segunda generación, se ha consolidado como uno de los pocos deportivos accesibles en el mercado actual. Con su diseño compacto y ligero, el GR86 es el sucesor espiritual del legendario AE86, y sigue siendo una opción divertida y asequible para los amantes de los coches deportivos. Con un motor boxer de 2.4 litros, el GR86 ofrece un manejo ágil y preciso, ideal para disfrutar de la conducción en carreteras sinuosas. Aunque su aspecto es más moderno, sigue manteniendo esa esencia retro que lo hace único. A pesar de su popularidad, la producción futura del GR86 es incierta, lo que lo convierte en un coche aún más deseado por los coleccionistas.
El Toyota Supra MkIV es probablemente el deportivo más reconocido de la marca. Con su motor 2JZ y un enorme potencial de modificación, este coche se ha ganado su lugar en la historia del tuning y las carreras. El Supra MkIV no solo destaca por su impresionante rendimiento, sino también por su diseño futurista que lo hizo destacar entre otros deportivos de la época. Muchos ejemplares fueron modificados después de que la saga “Rápidos y Furiosos” lo catapultara a la fama. Hoy en día, un Supra de fábrica sigue siendo una rareza y su valor ha aumentado considerablemente, con precios que superan los 100.000 dólares por modelos impecables.
El Toyota 2000GT es uno de los deportivos más icónicos de la marca y un verdadero clásico. Producido entre 1967 y 1970, este coche fue el primer modelo de Toyota en romper la barrera del alto rendimiento. Con una colaboración de diseño entre Toyota y Yamaha, el 2000GT era un coche más caro que otros modelos japoneses de la época, lo que limitó su producción a solo 351 unidades. Su diseño atemporal, con una carrocería fluida y compacta, lo hacía un coche de lujo incluso en su tiempo, y su participación en la película de James Bond “Sólo se vive dos veces” aumentó su mística. Hoy en día, los pocos ejemplares restantes son verdaderas joyas que alcanzan precios extremadamente altos en subastas.
El Toyota MR2 de segunda generación (SW20), con su motor central y diseño de inspiración europea, fue un hito de accesibilidad y rendimiento en la década de los 90. Conocido como el “Ferrari de los pobres”, el MR2 destacaba por su ligereza y manejo ágil, lo que lo convertía en un coche extremadamente divertido de conducir. A pesar de no ser el más potente de los deportivos, su equilibrio y tamaño compacto lo convertían en una excelente opción para los entusiastas de los autos deportivos. Su diseño de faros escamoteables y una estética baja y elegante le conferían un toque retro que aún hoy sigue siendo admirado. Actualmente, un MR2 Turbo de 1990 en buen estado se puede encontrar por alrededor de 20.600 dólares.
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