Aunque no está al borde de la desaparición inmediata, Nissan afronta un panorama sombrío. En 2024 registró pérdidas netas de 4.500 millones de dólares, anunció 20.000 despidos y cerrará su primera planta internacional en 2027. Modelos populares como el Altima y el Versa dejarán de producirse, mientras que los aranceles y los problemas de la cadena de suministro afectan gravemente a su competitividad.
El mítico fabricante italiano de deportivos de lujo, parte de Stellantis, atraviesa uno de sus peores momentos. En 2024 sus ventas globales cayeron un 58% respecto al año anterior y acumuló pérdidas operativas superiores a 260 millones de dólares. Además, la cancelación de proyectos eléctricos vinculados a Maserati supuso un coste adicional de 1.600 millones en pérdidas para Stellantis, lo que compromete seriamente su viabilidad.
Chrysler lleva años sin una gama sólida. Su supervivencia depende casi por completo de la minivan Pacifica, un producto excelente pero insuficiente para sostener a toda una marca. La promesa de una gama 100% eléctrica para 2028 carece de una hoja de ruta clara, y con la demanda de eléctricos enfriándose en EE.UU., el riesgo de desaparición es muy real si no redefine su identidad.
La marca del biscione volvió a Estados Unidos en 2008 con esperanzas renovadas, pero sus números no acompañan. De más de 18.000 unidades vendidas en 2021 ha pasado a menos de 9.000 en 2024. El Giulia y el Stelvio siguen perdiendo atractivo, y aunque el nuevo Tonale intenta reflotar las cifras, las pérdidas de 2.700 millones de dólares de Stellantis en 2025 hacen temer lo peor para el futuro de Alfa Romeo.
Relacionadas
Precio del Mercedes SLS AMG Black Series 2014
Un superdeportivo de 622 caballos de fuerza que acelera de 0-60 mph en 3.5...