Con una puntuación de fiabilidad de 61 sobre 100, el Mercedes-Benz GLE enfrenta varios problemas que afectan tanto su rendimiento como su coste de mantenimiento. Los fallos en la suspensión AIRMATIC, las averías en los sensores, los bloqueos en el sistema de infoentretenimiento y la descarga de la batería son algunos de los problemas más comunes. Los propietarios también reportan ruidos extraños, componentes faltantes, problemas con el aire acondicionado y fallos en el módulo de combustible, lo que hace que este SUV de lujo sea una opción costosa y emocionalmente desgastante. Las visitas repetidas al concesionario y los altos costes de reparación convierten al GLE en un modelo con un alto precio a largo plazo.
El Mazda CX-90 PHEV recibe una baja puntuación de fiabilidad, con solo 30 sobre 100. Los propietarios informan de una transmisión brusca, con tirones durante la aceleración y dudas a bajas velocidades. Los problemas con el sistema de control de crucero adaptativo, el frenado involuntario, la pérdida de dirección asistida y las fugas eléctricas en el sistema híbrido son también preocupantes. A esto se suman las largas visitas a los concesionarios para reparar fallos en el sistema completo, lo que convierte a este SUV en una opción poco atractiva para aquellos que buscan fiabilidad. El sistema de propulsión también se siente tosco y menos refinado en comparación con sus competidores directos.
El Volkswagen Taos, con una puntuación de 24 sobre 100, es considerado uno de los SUV subcompactos menos fiables en el mercado estadounidense. Los problemas recurrentes con las juntas de culata, el desgaste prematuro de los frenos traseros y los ruidos provenientes de la transmisión CVT son algunos de los problemas más comunes en este modelo. Además, los fallos electrónicos, los ruidos interiores y las filtraciones constantes demuestran una serie de problemas de fiabilidad sistémica que persisten incluso después de reparaciones repetidas. Los propietarios han tenido dificultades para disfrutar de este SUV debido a la continua presencia de estos problemas mecánicos.
El Ford Escape Hybrid obtiene una puntuación de 24 sobre 100, lo que subraya su baja fiabilidad. Aunque alguna vez fue un SUV híbrido popular, los propietarios informan de problemas recurrentes con los frenos, fallos de batería y problemas eléctricos generalizados. Uno de los mayores inconvenientes de este modelo son los sistemas de infoentretenimiento que se vuelven inoperantes, mostrando pantallas en blanco o no respondiendo correctamente. Este modelo híbrido ha experimentado una caída significativa en su fiabilidad, lo que lo ha colocado cerca de la parte inferior de los rankings de Consumer Reports. Si estás buscando un SUV híbrido fiable, el Escape podría no ser la mejor opción.
Con una puntuación de fiabilidad de solo 14 sobre 100, el Rivian R1S se ubica en el último lugar de la lista de SUV más fiables. Aunque los propietarios están satisfechos con su diseño y características, se enfrentan a problemas frecuentes relacionados con fallos eléctricos, baterías defectuosas y la necesidad constante de mantenimiento. Los problemas con el sistema eléctrico, junto con la falta de fiabilidad de la batería, han sido puntos de frustración para los dueños de este SUV eléctrico. Además, los ruidos, el viento y los fallos en el software, que requieren actualizaciones regulares por aire, hacen que la propiedad de este vehículo sea un desafío continuo. Las largas esperas para el servicio también son una gran inconveniencia, dejando a los propietarios atrapados y sin una solución rápida.
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