Los parachoques y los faldones laterales juegan un papel importante, como también lo hace el spoiler trasero. Estos elementos le dan el toque característico de Hamann, al mismo tiempo que hacen incofundible al auto en las calles. Los rines también son nuevos -pueden ser de 19,20, 21 o 22 pulgadas- y dan la última puntada para hacer más llamativo el estilizado exterior. El habitáculo no tiene tantos cambios, no obstante se denotan varios cambios que le hacen ver más exclusivo.
En cuanto a la mecánica del BMW Serie 7, Hamann no ha dejado un sólo clavo suelto. Las suspensiones tienen un tarado más corto, duro y deportivo que disfrutarán aquellos que exigan al auto. Los frenos también se ponen a la altura con discos más grandes y rotores más resistentes.
Por ahora, Hamann ha trabajado en el BMW 730d, al cual le han agregado 45 HP más, dejándolo en 290 HP. La siguiente modificación se la harán al 740i (gasolina), y seguirán en la lista el 750i y 750Li. Cuando el 760i y 760Li estén listos de la mano de Hamann, el V12 asustará.
Hamann cambia de tamaño. Aunque, habitualmente, el preparador alemán actúa sobre Ferraris, BMWs, Bentleys, Maseratis o Aston Martins, en ciertas ocasiones nos sorprende con pequeñas delicias como el Mini Cooper R56 o como su última creación: el Fiat 500 Abarth Largo.