Una de las advertencias más comunes entre los mecánicos es la tecnología de la transmisión continuamente variable (CVT), utilizada en varios vehículos japoneses, especialmente en Nissan. Aunque las CVT pueden ofrecer mejores rendimientos de combustible, tienden a fallar de forma catastrófica después de varios años, lo que puede resultar en costos de reparación exorbitantes. A diferencia de las transmisiones tradicionales, que en ocasiones se pueden reparar, las CVT generalmente requieren un reemplazo completo, lo que puede representar de tres a cuatro meses de pagos de la Seguridad Social para un jubilado promedio.
Infiniti y Nissan: vehículos con costosos problemas a largo plazo
Los vehículos de lujo de Infiniti, la marca premium de Nissan, son otro punto de alerta. Aunque ofrecen más características, también presentan problemas eléctricos frecuentes y costos de reparación elevados, sin una mejora significativa en la fiabilidad comparado con los modelos más económicos de Nissan. Los jubilados deberían evitar estos vehículos de lujo, ya que lo que parecen ser ventajas, en realidad, resultan ser una carga financiera innecesaria debido a la complejidad y los altos costos de mantenimiento.
Alternativas inteligentes: los modelos japoneses menos populares
Para quienes buscan un coche confiable y asequible, centrarse en los modelos japoneses menos populares puede ser una excelente estrategia. Vehículos como la Toyota Tundra, el Honda Passport y el Mazda Miata suelen tener menos demanda, lo que se traduce en precios reducidos o incentivos adicionales para los compradores. Aunque no se venden tanto como otros modelos, estos vehículos siguen siendo altamente confiables y pueden ofrecer una excelente relación calidad-precio, lo que los convierte en una opción inteligente para jubilados con presupuesto limitado.

Toyota y Honda: las mejores apuestas para los jubilados
Según los expertos, Toyota y Honda son, sin duda, las mejores opciones para los jubilados. Ambas marcas son conocidas por su fiabilidad, bajos costos de mantenimiento y alto valor de reventa. Además, cuentan con una red de concesionarios y servicios extensa y económica, lo que facilita el acceso a piezas de repuesto y reparaciones a precios razonables. Toyota y Honda no solo ofrecen vehículos duraderos, sino que también garantizan que los jubilados puedan venderlos a un buen precio si alguna vez necesitan hacerlo, protegiendo así su inversión a largo plazo.
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