 
                    Fiat Automobile ha alcanzado una notable diversificación de plataformas y componentes en cada uno de los segmentos en los que está presente, precisamente a los que Chrysler quiere acceder con renovados aires para producirlos en sus propias plantas. Concretando: segmentos pequeños (A, B y C en Europa) ¿Cómo? A la carta, es decir con grandes posibilidades de elección. La Arquitectura Mini se utiliza en formato Panda/500, futuro Topolino o “piccolo” y futuro Lancia Ypsilon, es decir alternativas varias para definir un “city-car” made in USA, por no citar sus motores: desde el FIRE con distribución variable al bicilíndrico SGE con distribución Multiair, sólo en gasolina.
La Arquitectura Small sería la clave para hacer realidad, no ya con la base Nissan Tiida, un equivalente al proyecto Hornet, que se paseó por varios salones en busca de una plataforma (Chery, etc). La de Fiat sería idónea con sus dos distancias entre ejes (Grande Punto y Linea) e incluso con su variante MPV (Idea). Incluso los proyectos “Low Cost”, actualmente en desarrollo con buena parte del “know-how” de Fiat Brasil, abren expectativas adicionales.
Pero quizá donde Chrysler tendría más bazas para definir varios productos a la medida que deseara sería la Arquitectura Compact en sus variantes corta (Bravo), corta plus (futuro Alfa 149), larga (Lancia Delta) y larga plus (futuro Alfa 159 o Giulia). Actualmente, Chrysler-Dodge articula su gama sobre la muy flexible Plataforma Global desarrollada con Mitsubishi.
Y si los motores Diesel acabaran por difundirse entre los turismos en EE UU, la tecnología Multijet, siempre en evolución, tendría amplias posibilidades. No hablemos ya del cambio de doble embrague, prácticamente a punto en Fiat, que sustituiría, al menos en las gamas bajas y medias, al abortado proyecto en común Chrysler-Getrag.
En el segmento D, la convergencia se plantea ya a más largo plazo. Chrysler lo tiene cubierto incluso con dos formatos de su plataforma LX, el del 300 C/Dodge Challenger y el más europeo del 200 C (10 cm menos de distancia entre ejes), visto en el Salón de Detroit con el plus de su tecnología eléctrica de autonomía extendida. Pero siendo una de las ya históricas pretensiones de Fiat entrar a tope en el mercado USA con Alfa Romeo, el futuro sucesor del 169 en desarrollo con Maserati bien podría servir asimismo para que la marca del ‘pentastar’, algún día, cuando se supere la actual crisis global, volviera a realizar los coches presidenciales de la Casa Blanca. De momento, ese modelo de Alfa Romeo se fabricaría en una planta de Chrysler, cuya red es otra de las plataformas necesitadas por la marca italiana.
¿Y que decir de Jeep? La joya de la corona Chrysler es un valor sólido en el segmento de los SUV, como también deberían seguir siéndolo sus vehículos de tipo monovolumen. Sin duda puede suponer su carta maestra en el futuro de esta alianza.
La alianza entre Fiat y Chrysler ha desatado todo tipo de especulaciones. La última apunta a que el Lancia Delta será vendido en suelo estadounidense.
El grupo Chrysler hará públicos sus planes de producto en noviembre. Myautomovil te adelanta ahora que los objetivos del grupo tras su alianza con Fiat, pasan por aumentar el número de modelos, hacer la marca Chrysler más lujosa para competir con Cadillac y Lincoln y que Dodge sea la marca de las prestaciones y de la dinámica de conducción.
No por esperada la noticia deja de plantear interrogantes. Chrysler y Fiat unirán sus fuerzas en un tiempo de 30 a 60 días, una vez que la compañía estadounidense, acogida al Chapter 11 del Código de Bancarrota Corporativa, se disuelva definitivamente. Cinco preguntas y cinco posibles respuestas ante una alianza que podría modificar el panorama actual de la industria del automóvil.
Horas después de que Barack Obama anunciara la bancarrota de Chrysler, la corporación automovilística ha emitido un comunicado de prensa en el que hace oficial una alianza estratégica global con Fiat. Después de rumores, declaraciones contradictorias, acuerdos con los sindicatos y presiones gubernamentales, por fin, los dos grupos han decidido juntar sus caminos. Bob Nardelli, presidente y CEO de la compañía, cesará del cargo una vez concluida la alianza.