El S 580 4Matic mantiene las claves del sedán insignia de Mercedes-Benz, como un alto nivel de hedonismo y un precio prohibitivo para los mortales. Aquí nuestro contacto con él.
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En esta ocasión tuvimos la oportunidad de manejar el sedán flagship más popular, según sus cifras de venta: el Mercedes-Benz Clase S, en su modelo 580, versión 4Matic, que realmente nos dejó sensaciones muy buenas. Es un auto definitivamente reservado para pocos, sean dignatarios, millonarios, o gente que ha tenido suerte, gente que le ha ido bien en la vida (¿Y a quién no le va bien en un Clase S?), ya que es un auto de un precio muy, muy elevado. Es el lujo en su máxima expresión.
Podríamos decir que el lujo habla alemán en todos sus sentidos. Las líneas exteriores son clásicas, no hay nada espectacular, nada rompedor, no hay nada fuera de lugar. Es un típico Sedán de Mercedes-Benz que realmente, pueden pasar los años y seguirá siendo relevante. Es realmente un clásico del mundo automotriz. Incluso dentro de su sencillez, la estampa impone, bien sea por el enorme tamaño de este S 580, bien por el emblema de la estrella de tres puntas.
Al ingresar en el Mercedes-Benz S 580 nos hemos encontrado con unos asientos que remiten a un sillón reclinable de lujo, súper cómodo, con ese toque especial en las cabeceras, donde la gente de Mercedes-Benz pone una almohadilla para recargar tu cabeza. Está lleno de detalles que te hacen sentir especial, cada rincón, cada textura, te hacen sentir que estás en un auto diferente. No es cualquier cosa, no es cualquier auto; y se siente incluso al encenderlo.
El S 580 es un auto muy, muy versátil, ya que cuenta con un motor muy potente. Es un motor de 8 cilindros en V con dos turbocargadores, que produce 496 caballos de fuerza y 516 lb-pie, con una transmisión automática de nueve velocidades y, como mencionamos, tracción total 4Matic. A pesar de su masa, se puede manejar como un deportivo, ya que tiene una aceleración realmente espectacular. Pero es un auto que, llegamos a la conclusión, se debería disfrutar más si circulas con un chófer, mientras vas en la parte de atrás, totalmente relajado, sin presiones.
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Aunque obviamente no pudimos disfrutar el S 580 con un chófer (tampoco es que quisiéramos soltar las llaves) y lo manejamos por un buen tiempo, nos encontramos que el auto se puede disfrutar bien sea en un paseo dominical; o se puede disfrutar en las autopistas a máxima velocidad. El auto se siente como si flotase sobre el pavimento, con una sensación como que las llantas no tocan el camino y el manejo es muy, muy suave.
Tiene todos los avances tecnológicos que puede ofrecer Mercedes-Benz en la actualidad, no en balde es su flagship. Este S 580 no tiene la pantalla que da la impresión que va de lado a lado, pero si tiene una gran pantalla central de forma cuadrada, en la que encontramos la tecnología punta de la marca. También incluye toques especiales como la posibilidad de poner aromas en el aire acondicionado para mejorar el ambiente, así como esas luces ambientales en el interior, sobre todo manejando de noche, que tienen que tienen los Mercedes. Realmente hacen que todo te dé una sensación de lujo y de que estás como en un centro nocturno, con luces muy acogedoras.
A pesar de todo lo bueno que tiene este Mercedes-Benz S 580 4Matic, el precio nos parece excesivo y nos parece que no lo podríamos recomendar para ser adquirido. $122,140 dólares la versión que manejamos, con algunos extras como la pintura Diamond White Manufaktur o iluminación ambiental activa. Aunque el precio inicial del auto es de $117 mil dólares, realmente es mucho dinero por lo que ofrece.
Una de las cosas que no nos gustó es que en la parte trasera No encontramos ningún portavasos para poner una bebida algo que nos pareció realmente increíble. Definitivamente, este es un auto para bolsillos profundos y gustos refinados, no para cualquiera. En lo personal, por ese dinero creo que buscaríamos otras opciones. Si bien los sedanes germanos como Audi A8 o BMW Serie 7 también son prohibitivos, otros como Lexus LS o Genesis G90 ofrecen más valía, aunque no el caché de marca.
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