Pero la decisión de Allan Mulally no era por costos, o al menos así lo indica, sino por demostrar lo fiable que es la crossover ligera híbrida de la compañía, y que además Ford tiene con qué superar la crisis. Recordemos que el objetivo del viaje no es ir a tomar café con Bush, sino presentar un plan de rescate aterrizado y lógico que salve a la compañía de la bancarrota.
Al presidente de Ford se le criticó el haber optado por la Escape en vez del nuevo Fusion Hybrid, pues se supone que es la punta de lanza ‘verde’ de la compañía, pero tal vez así logre mayor afinidad con Obama, que, como presidente a la espera, aún conduce su Escape Hybrid 2007.
Hoy Ford no celebra únicamente una cifra célebre para cualquier modelo en venta, sino todo un hito que da una media vuelta su pasado de autos glotones e ineficientes y lo pone a la vanguardia del mundo automotriz. Son 100,000 los vehículos híbrido tipo SUV que la firma del óvalo azul ha vendido.
El multimillonario Kirk Kerkorian, que se convirtió en uno de los principales inversores en Ford Motor ha anunciado que se ha desprendido de todas las acciones que tenía de la compañía.
El gobierno de Estados Unidos se mantiene reacio a prestarle el dinero que GM, Chrysler y Ford requieren para seguir viviendo. En el constante vaivén en que el Senado tiene sometido a los Tres Grandes surgió una luz de esperanza ajena: Canadá otorgó un crédito por 2.800 millones de dólares que ayudarán a solventar algunos problemas económicos.
Un plan para aprobar un rescate por 14.000 millones de dólares de la industria automotriz de Estados Unidos se derrumbó hoy, horas después de que el presidente de esa rama del Congreso anunció un principio de acuerdo.