Aunque pudiera pensarse lo contrario, esta variante del Porsche 911 no es una edición limitada, con todo y que el nivel de equipamiento y, sobre todo prestacional, lo colocan como un deportivo de altos vuelos. Si bien la cifra de potencia ya es capaz de poner la piel de gallina por si sola, basta con intimar con el auto por apenas unas cuantas millas para que entendamos de lo que es capaz de hacer el juguete más reciente de la marca de Weissach.
A simple vista, el Porsche 911 Turbo S apenas cambia frente al Turbo “normal”, con detalles como el anagrama en la tapa del motor, el nombre inscrito en el marco de las puertas y poco más. Digamos que es como tener un 911 Turbo con todas las opciones montadas y con el motor retocado. De acuerdo a los ingenieros de Porsche, se ha cambiado la fuerza de soplado del turbo para pasar de 0.8 a 1.2 bares. El resultado son 530 caballos que llegan a las cuatro ruedas vía la eficiente y popular caja robotizada PDK de doble embrague; no se ofrecerá manual.
Con esta combinación, Porsche asegura que en condiciones ideales de clima y terreno, el 911 Turbo S puede acelerar de 0 a 60 mph en unos 3.3 segundos, para llegar a una máxima que pudiera rozar las casi 200 mph. Estos números lo ponen frente a rivales de mucho peso como el Audi R8 V10, Ferrari 458 Italia y Lamborghini LP560-4. En materia de frenado, los enormes discos de compuesto cerámico prometen no sólo durar unos 300 mil km, sino además permitir frenadas de 60 mph a cero en menos de 36 metros, sin presentar fatiga alguna.
Durante nuestra toma de contacto, a las afueras de Stuttgart, apenas pudimos comprobar ciertos aspectos del comportamiento dinámico del coche, ya que la lluvia limitó enormemente nuestro andar tanto en la Autobahn, donde no pudimos superar las 75 mph; y en los caminos rurales, donde lodo y hojas sueltas exigían la máxima cautela a la entrada de cada curva. Lo que sí pudimos notar es un sonido del motor algo más agresivo y ronco que en el Turbo, con una respuesta más contundente sobre todo a bajo régimen.
Ese mal clima nos dejó probar el Porsche Torque Vectoring (PTV) antes que el Launch Control. El PTV no es otra cosa que un diferencial autobloqueable que frena la rueda interior a la salida de una curva mientras envía una mayor cantidad de potencia a la rueda exterior, que está mejor apoyada y que le permitirá al coche salir del giro con mayor rapidez. En cuanto al precio en nuestro mercado no hay cifras oficiales todavía, ya que incluso en Europa las fluctuaciones con amplias; entre 155 mil y 199 mil euros dependiendo del país. No queda más que esperar.
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