En Estados Unidos, la Ford Maverick superó las 130.000 unidades vendidas en 2023, mientras que Hyundai prepara una versión híbrida enchufable de la Santa Cruz y Toyota ya afila su propuesta para este segmento. La gran pregunta es clara: ¿debería Chevrolet sumarse a esta tendencia? La firma del corbatín dorado cuenta con una dilatada trayectoria en pick-ups, y el interés creciente por camionetas más prácticas y eficientes abre un terreno fértil para una nueva apuesta.
Aunque en Norteamérica aún no ha dado el paso, Chevrolet ya ofrece en Sudamérica la Montana, una pick-up compacta basada en la plataforma del SUV Trax, equipada con un motor 1.2 turbo y tracción delantera. Sin embargo, su tamaño y prestaciones quedan lejos de lo que exige el mercado estadounidense. Una camioneta desarrollada sobre la plataforma de la Chevrolet Blazer tendría mucho más sentido, ya que permitiría competir de igual a igual con la Maverick y la Santa Cruz.
Lo realmente interesante es que Chevrolet podría desmarcarse de sus rivales ofreciendo motorizaciones únicas en el segmento. Imagina una pick-up compacta con el V6 de 3.6 litros y 305 CV que hoy equipa la Blazer. Mientras Ford y Hyundai apuestan por motores de cuatro cilindros turbo e híbridos, Chevy podría atraer a los compradores más tradicionales y entusiastas con un bloque atmosférico de gran carácter. Para quienes busquen una opción más accesible, el motor 2.5 de cuatro cilindros y 193 CV sería la alternativa ideal, situando el precio de acceso incluso por debajo del Maverick más básico.
Una pick-up basada en la Blazer ofrecería dimensiones adecuadas para rivalizar en el segmento compacto norteamericano, a diferencia de la Montana sudamericana, demasiado pequeña. Además, podría incorporar tracción total opcional, transmisión automática de nueve marchas y versiones de mayor equipamiento, posicionándose como una opción versátil capaz de atraer tanto a compradores urbanos como a quienes buscan un vehículo de trabajo ligero.
Con el segmento de las camionetas compactas en pleno auge, Chevrolet tiene una oportunidad única de capitalizar su legado en pick-ups y conquistar un nicho que promete crecimiento sostenido. Una propuesta con dos motorizaciones, una base accesible y otra de corte prestacional, permitiría a la marca cubrir diferentes perfiles de clientes y plantar cara de verdad a Ford, Hyundai y Toyota. La gran incógnita es si General Motors se atreverá a dar el paso y apostar fuerte por un mercado en el que, hoy más que nunca, la demanda está asegurada.
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