El modelo, nacido bajo la influencia de Volvo y ahora propiedad de Geely, se produce en Corea del Sur y se posiciona como una apuesta escandinava que no teme diferenciarse. El gran reto, conseguir el reconocimiento de marca y de producto para que el consumidor americano compre decenas de miles de unidades que Polestar necesita para sobrevivir en el mercado más apetitoso del mundo, también uno de los más intensivos en caja para cualquier nuevo fabricante.

La silueta tipo coupé, el techo descendente y la ausencia total de ventana trasera son más que una decisión estética: son una declaración de la marca. No es común encontrarse con un SUV que se atreva a romper el esquema clásico y prescinda de una ventana trasera, siguiendo ideas que solo marcas como Ferrari han explorado.



La ejecución, liderada por diseñadores como Maximilian Missoni y Subum Lee, resulta en un vehículo que parece mirar al futuro y no a sus rivales. Sexy Robot titulamos nuestro video en Youtube, y es que la unidad en blanco que manejamos nos trajo eso a la mente. Los diseñadores del 4 querían que el techo descendiera prominentemente, y no querían que el portón trasero dejara dudas sobre si el vehículo era un sedán o un crossover. Los ingenieros vinieron con la solución de una trasera rígida, bajando el travesaño hasta una posición en la que la visibilidad con un espejo interior tradicional era prácticamente nula. Solución final, nada de vidrio, fibra.
Entrar al Polestar 4 es encontrarse con una cabina digital que no distrae, sino que invita a disfrutar el viaje. Materiales suaves, cuero vegano, metal cepillado y una atmósfera tecnológica reflejan el esfuerzo por hacer del habitáculo algo realmente sofisticado. Los asientos traseros reclinables y el techo panorámico contribuyen a una sensación de amplitud inusual en el segmento.



El sistema operativo Android Automotive y la integración total con servicios de Google marcan diferencia en el día a día. Lo interesante es la manera en que el Polestar 4 logra integrar estas soluciones sin saturar al conductor, permitiendo un manejo intuitivo y seguro. Los sistemas ADAS, el control crucero adaptativo y las cámaras 360º refuerzan una propuesta que va más allá del equipamiento estándar.
Polestar lanzará en exclusiva el Maps Live Lane Guidance, de momento no lo pudimos experimentar pero si el trabajo que han hecho para que la interfase de map se parezca al diseño de la marca.
Quizá el apartado más emocionante, donde Polestar demuestra que sus raíces deportivas siguen vivas. La versión AWD con doble motor entrega hasta 544 hp y acelera de 0 a 60 mph en apenas 3.7 segundos, pero no solo es velocidad: la desconexión selectiva del motor delantero, la suspensión adaptativa y el Performance Pack permiten ajustar el carácter del auto al gusto del conductor. Batería CATL de 100 KWh con arquitectura de 400 V que permite cargar rapida de hasta 200 KW, no tiene NACS pero si puede cargar en la red de Tesla.
Como periodista y conductor, no se puede ignorar el placer de sentir un vehículo con una respuesta dócil, pero que, al pulsar un comando, se transforma en una máquina precisa, capaz de transmitir confianza y emoción. No es un coche destinado solo a fanáticos de la tecnología; es para quienes buscan sensaciones a cada milla.



Aunque el Polestar 4 aún no ha sido calificado formalmente por la NHTSA, sus sistemas de monitoreo activo y sensores de última generación anticipan buenas valoraciones. En consumo, logra 85 MPGe combinado, con autonomía de hasta 310 millas EPA, una cifra competitiva en este nicho.
La llegada del Polestar 4 coincide con un momento desafiante para los eléctricos premium en Estados Unidos. El modelo compite directamente con Tesla Model Y (en Clearance con un precio por debajo de los 40 mil dólares), Audi Q6 e-tron y Genesis GV60, pero su diferenciador está en el diseño, la sofisticación y, sobre todo, en esa audacia escandinava que le permite ser distinto. Más allá de cifras, para el usuario que valora el “cómo te sientes al volante”, Polestar 4 resulta una alternativa notable.
¿Es el Polestar 4 el SUV eléctrico más provocador del año? Probablemente sí. Y en un mundo de propuestas cada vez más similares, se agradece un producto que apueste por dejar huella, tanto en la vista como en las manos de quien lo conduce.