En California, el rugido de los motores Lamborghini sonó con un tono distinto. No era una pista de competencia ni una exhibición exclusiva para coleccionistas. Era la tercera edición de SHEdrives a Lambo, un encuentro anual diseñado para celebrar a las mujeres que conducen los superdeportivos de Sant’Agata Bolognese y redefinir lo que significa ser parte del universo Lamborghini.
Durante cuatro días, treinta propietarias llegaron a Palm Springs para vivir una experiencia que combinó el manejo de alto rendimiento, la gastronomía y el espíritu de comunidad. En las rutas que serpentean las montañas de San Jacinto y los valles del desierto de Coachella, las participantes alternaron entre los modelos más potentes de la marca: el Revuelto, el Urus SE y varias versiones del Huracán.
Lo que podría haberse interpretado como una reunión de lujo se transformó, sobre todo, en una afirmación de identidad. Para muchas asistentes, ponerse al volante de un Lamborghini no se trata solo de velocidad o de status, sino de una extensión de su propio carácter: audaz, decidido y sin concesiones.

Ningún Lamborghini pasa inadvertido, y en SHEdrives a Lambo esa presencia adquiere una nueva lectura. Cada vehículo reflejaba la personalidad de su dueña: combinaciones de colores imposibles, interiores hechos a medida, detalles personalizados en los que el diseño italiano se mezclaba con la sensibilidad de quien lo elige.



El Revuelto, buque insignia de la marca, acaparó miradas con su motor híbrido enchufable V12 de más de mil caballos de potencia. Sus líneas afiladas y la iluminación en forma de “Y” resumen la evolución de la estética Lamborghini: agresiva, tecnológica, pero también artesanal. A su lado, los Urus SE—híbridos con un V8 de casi 800 caballos—reafirmaron que el concepto de superauto puede convivir con el confort y la practicidad cotidiana. Mientras, la flota de Huracán completó la escena con sus versiones STO, Tecnica, Sterrato y Evo, cada una pensada para expresar una forma distinta de disfrutar la conducción.
En el prestigioso circuito The Thermal Club, las invitadas tuvieron la oportunidad de explorar los límites de sus autos. Sin instructores dominantes ni comparaciones, el ambiente se centró en la confianza. Allí, la velocidad no fue una herramienta de competencia, sino un lenguaje compartido.

Lamborghini no reveló cifras exactas sobre el incremento de mujeres propietarias, pero el simple hecho de que SHEdrives a Lambo se haya celebrado tres años consecutivos—desde Connecticut en 2023, Arizona en 2024 y California en 2025—demuestra que la comunidad femenina está creciendo dentro del mundo de los superdeportivos.



“SHEdrives a Lambo es nuestra manera de celebrar a las mujeres valientes y apasionadas que conducen Lamborghini”, afirma Andrea Baldi, CEO de Automobili Lamborghini Americas. Su mensaje es claro: las dueñas de estos autos no encajan en el cliché del millonario impulsivo ni en la figura del coleccionista distante. Ellas representan una nueva generación de lujo: decidida, capaz y libre de etiquetas.
La tradición automotriz suele vincularse con figuras masculinas, pero eventos como este demuestran que el performance y el diseño también pueden servir como plataformas de empoderamiento. Al final del día, no se trata solo de manejar un superauto, sino de hacerse dueña del camino, del sonido del motor y de la mirada que uno proyecta hacia adelante.
La próxima edición, programada para diciembre y con sede europea, promete seguir ampliando esa narrativa. En ella, Lamborghini continuará trazando una nueva ruta, una donde el rugir del V12 tenga también una voz femenina, fuerte y decidida, que desafía los límites y reescribe el futuro de la conducción deportiva.
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