Tarde o temprano tenía que pasar, pues fue un asunto muy serio el que puso a Toyota en el ojo del huracán: un accidente en San Diego en el que murieron cuatro personas a bordo de un Lexus, cuyo conductor habló al 911 diciendo que el acelerador se había quedado pegado y que no tenía frenos.
Un tema que al final afecta a más de 8 millones de vehículos en todo el mundo, y que era necesario ventilar ante una de las última líneas del gobierno estadounidense, misma que acusa a Toyota de no haber reaccionado como se debía ante esta situación – que ya tenía antecedentes- por ahorrarse dinero (100 millones de dólares).
En fin, aunque ya lo había hecho de forma pública en varias ocasiones, Toyoda, la máxima cabeza de la marca, tenía que hacer esta comparecencia para disculparse y para dar la cara oficialmente. En ella, los congresistas le preguntaron de todo, desde si había escondido información, hasta si estaba colaborando adecuadamente con la NHTSA. Incluso le pidieron información de los proveedores y sindicatos.
Una de las primeras oraciones de Toyoda fue una disculpa a los conductores afectados, ofreciendo sus condolencias a la familia de San Diego que murió en el accidente.
Un punto muy importante que aceptó fue que las prioridades de la compañía “fueron confusas”, refiriéndose a que se le dio prioridad al crecimiento sobre la calidad, lo que resultó al final en una serie de recalls.
El señor Toyoda aceptó culpa diciendo que “acepto la responsabilidad por completo”, y dijo que tomaba muy en serio el tema de la calidad y seguridad en sus vehículos, dando a entender a quienes conocemos a la marca que no es algo banal o un simple argumento de ventas.
Luego tocó el turno a Yoshimi Inaba, presidente y COO (Chief Operations Officer) de Toyota Motor North America y presidente y CEO de Toyota Motor Sales, quien aseveró:
“Toyota ofrecerá autos de renta a nivel nacional a nuestros clientes mientras sus autos se encuentren en reparación”.
“Estamos comprometidos no sólo con la compostura de los vehículos que están circulando y velando de que son seguros, también estamos comprometidos en hacer que nuestros vehículos nuevos sean mejores y más confiables, a través de una atención redoblada en poner en primer plano a nuestros clientes”.
Contrario a lo que dijo ayer Jim Lentz, jefe de ventas de Estados Unidos, que confiaba en los arreglos que le están haciendo al acelerador, Inaba dijo que “se están analizando otras causas potenciales”, refiriéndose a la electrónica del auto.
En conclusión, y tras esta primera comparecencia, Toyota por ahorrarse algunos millones ahora va a perder mucho más. Los grandes expertos en la materia aseguran que las ventas de Toyota van a caer por lo menos un 11% en los resultados de enero, que no tardan en darse a conocer. No se diga su participación de mercado en todo el mundo, pero más en Estados Unidos.
Se espera que las ventas de Toyota, que cayeron en un 10% en febrero como consecuencia del desastre de los recall, se recuperen para el mes de marzo. Los expertos pronostican que las ventas del fabricante japonés aumenten en un 30%.