El Cadillac Lyriq fue lanzado como un hito en la transición de la marca hacia la electrificación. Este SUV de lujo ha combinado refinamiento, tecnología avanzada y una estética moderna, pero a pesar de su atractivo, ha tenido un desempeño pobre en cuanto a retención de valor. En sus primeros dos años, el Lyriq ha perdido un promedio del 51% de su valor según Kelley Blue Book, es decir, unos $33,000, ubicándose entre los más depreciados de su clase.
La depreciación en vehículos eléctricos no es un fenómeno aislado del Lyriq, pero es relevante en el contexto de este modelo. Los avances rápidos en la tecnología de baterías y la tendencia hacia el leasing en lugar de compras a largo plazo son dos de los factores que contribuyen a que los eléctricos sufran una depreciación considerable. En el caso del Lyriq, hasta el 75% de las ventas del modelo 2024 fueron bajo contratos de leasing, lo que mitiga el impacto directo en los propietarios.
A pesar de esta alta depreciación, la baja reventa podría beneficiar a los compradores de autos usados. Por ejemplo, un Lyriq 2023 con poco kilometraje puede estar disponible por alrededor de $30,000, lo que lo convierte en una opción más accesible en el mercado de autos usados. Este tipo de ahorros puede ser tentador para los compradores que buscan un vehículo de lujo eléctrico a una fracción de su valor original.
A pesar de las desventajas inmediatas, los valores de reventa podrían estabilizarse tras la eliminación del crédito fiscal de $7,500 para vehículos eléctricos, programado para el otoño de 2025. La disminución de los incentivos fiscales podría hacer que los nuevos Lyriq se vendan a precios menos descontados, afectando potencialmente la depreciación de los autos usados.
Para que el Lyriq y otros vehículos eléctricos de lujo ganen terreno en el mercado, Cadillac y otros fabricantes deben trabajar en cambiar la percepción sobre la depreciación de los eléctricos, y demostrar que no perderán su valor tan rápido como otros modelos. Sin duda, la transición hacia un futuro completamente eléctrico tendrá que abordar este desafío si se quiere lograr una adopción masiva.