El Lanzador, presentado como un concepto en 2023, se mostró como un crossover futurista, una mezcla entre el SUV Urus y el superdeportivo Huracán Sterrato. Este modelo prometía más de 1 MW de potencia (alrededor de 1350 CV) y tecnología de 980 voltios, convirtiéndolo en un símbolo de la transición hacia la movilidad eléctrica. Sin embargo, según el director de Lamborghini, Stephan Winkelmann, el futuro completamente eléctrico podría no ser la mejor opción para la marca. Él admite que los compradores de Lamborghini no ven los vehículos eléctricos como una alternativa viable en este momento.
Lamborghini reconsidera su enfoque eléctrico
La marca italiana ahora está considerando el Lanzador como un vehículo híbrido enchufable (PHEV), lo que podría incluir el conocido V8 biturbo junto con un sistema de asistencia eléctrica para mejorar la potencia y reducir las emisiones. Este cambio de dirección coincide con lo que ocurrió con el Urus, originalmente planeado como un modelo totalmente eléctrico, pero que ahora se producirá en versión híbrida. Lamborghini se ve así enfrentada a un dilema: mantenerse en sintonía con las expectativas de sus clientes o avanzar en la tecnología eléctrica a un ritmo más prudente.
La competencia con Ferrari y la transición tecnológica
Este movimiento podría poner a Lamborghini en una posición ligeramente retrasada frente a Ferrari, que pronto lanzará su primer vehículo eléctrico, el crossover Elettrica. Sin embargo, Lamborghini no es una marca que se guíe solo por las tendencias. Winkelmann, el director de Lamborghini, ha afirmado que lo más importante no es lo que se pueda lograr tecnológicamente, sino lo que los clientes realmente desean, lo que demuestra su pragmatismo y enfoque en las demandas del mercado.
¿El futuro híbrido de Lamborghini?
Si finalmente se opta por una versión híbrida para el Lanzador, Lamborghini seguiría una línea similar a la de otros fabricantes de lujo, quienes también están apostando por híbridos en lugar de modelos totalmente eléctricos, al menos en el corto plazo. Aunque esta decisión podría desilusionar a algunos puristas del eléctrico, para Lamborghini se trata de adaptarse a un mercado que aún no está completamente listo para abandonar el motor de combustión. La marca sigue siendo fiel a su legado de alto rendimiento, aunque ahora, con una dosis de pragmatismo hacia el futuro.